Recuperar unos hábitos alimentarios sanos y equilibrados es el primer paso para sentirte bien después de las vacaciones.
El estilo de vida que llevamos en vacaciones poco o nada tiene que ver con el del resto del año. Durante el verano, las pautas del sueño cambian, la actividad física se reduce, tenemos una mayor anarquía horaria y nos permitimos determinados caprichos alimentarios que no suelen formar parte de nuestra dieta habitual. Por eso, y como nos recuerda María Romeralo, nutricionista de SHA Wellness Clinic, “volver a nuestras rutinas nos ayudará a sentirnos bien en muchos aspectos y a llevar mejor el síndrome postvacacional”.
Aunque los hemos saboreado, paladeado y disfrutado, ha llegado el momento de decirle adiós a los helados, los refrescos azucarados, el alcohol, las comidas y cenas opíparas y los fritos y recuperar unos hábitos saludables para contrarrestar los excesos veraniegos y volver a ser la mejor versión de nosotros mismos. María nos da 9 consejos para conseguirlo.
- Es importante volver cuanto antes a una rutina horaria porque comer a horas similares cada día, por lo menos de lunes a viernes, facilita la digestión y mejora el metabolismo.
- La planificación y la organización son dos aspectos clave. Dedícale tiempo a pensar en el menú semanal y haz la lista de la compra en consecuencia.
- Empezar la comida con una sopa es una buena día porque es saciante, nos ayuda a comer más despacio y a reducir la cantidad del plato posterior.
- Aumenta el consumo de cereales integrales y legumbres. Además, puedes cocinarlos para varios días y utilizarlos en diferentes recetas. Por ejemplo, puedes hacer garbanzos cocidos en ensalada y, otro día, preparar hummus. O hacer arroz integral para mezclar con verduras salteadas o al vapor y usarlo también para hacer sushi.
- Las verduras, y mejor si son de temporada, nos aportan la fibra, las vitaminas, los minerales y los antioxidantes que hemos perdido con los excesos de las vacaciones. Otra ventaja es su enorme versatilidad: puedes prepararlas en ensalada, al vapor, salteadas, al horno, en sopas frías, etc.
- Para proporcionarle al organismo todos los nutrientes que necesita, prepárate un maravilloso budha bowl porque combina las vitaminas y los minerales de las verduras, las proteínas de los garbanzos, las lentejas, el tofu, el tempeh o el pescado y los hidratos de carbono complejos de la quinoa, el arroz integral o el bulgur. Es una comida completa, saciante y fácil de preparar.
- Reduce el consumo de fritos, carnes, helados, refrescos, alcohol y aperitivos, como las patatas fritas o los canapés, de los que quizá hayas abusado en verano.
- Evita beber mucha agua con las comidas: es mejor hacerlo entre horas y parar 20 minutos antes de empezar a comer. Y, al finalizar, tómate una infusión digestiva de jengibre-limón, kukicha, menta o regaliz.
- Por último, recuerda que una buena masticación es fundamental porque ayuda a comer menos y favorece tanto la digestión como la absorción de los nutrientes.
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