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SHA Magazine Bienestar y descanso
Falta de energía, ánimo bajo, apatía… Son algunos síntomas asociados al cansancio, que pasaría a otro nivel cuando hablamos de cansancio patológico o cansancio extremo. Cada uno tiene sus particularidades y lo importante es identificarlo y detectarlo para poner remedio.
El cansancio o fatiga, cuyo término médico es astenia, es la sensación de falta de energía para realizar las actividades normales de las funciones de la vida, tanto físicas como mentales.
Es normal sentir cansancio, por ejemplo, después de realizar un ejercicio físico intenso para el que no estamos acostumbrados. De ahí la importancia del entrenamiento regular.
Existen múltiples causas para la aparición de un cansancio patológico, aunque no todas relacionadas necesariamente con enfermedad, y suele presentarse sin haber una causa objetiva, un esfuerzo extraordinario que lo haya motivado.
“Algunas causas pueden ser anemias y otras enfermedades de la sangre. O déficits vitamínicos y nutricionales, como falta de Vitamina D. También déficits neurológicos, en los que los nervios no pueden enviar las órdenes apropiadas a los músculos. O enfermedades autoinmunes que afectan a los nervios, músculos o el tejido conectivo”, explica el Carlos Gutiérrez, coordinador médico de SHA Wellness Clinic.
Por otra parte, también puede ser motivo de cansancio patológico el estrés sostenido en el tiempo, que puede provocar una fatiga generalizada y alterarán también nuestros periodos de descanso. O trastornos del ámbito afectivo como la distimia (trastorno extremo de la personalidad) o la depresión.
La alteración en los periodos de descanso o falta de horas de sueño es otro de los motivos más importantes que se encuentran en la raíz de un cansancio patológico. “Mientras dormimos, nuestro organismo está muy activo reparando las estructuras celulares y preparando el cuerpo, incluido el cerebro, para la siguiente jornada”, recuerda Carlos Gutiérrez.
Y una de las causas más relevantes de la aparición del cansancio es la falta de ejercicio, por mucho que pueda parecer algo paradójico formulado de forma simple.
“Lo que nos mantiene erguidos y nos mueve son los músculos. Hoy día llevamos una vida muy sedentaria, y en algunos casos este sedentarismo puede ser tan acuciante que la falta de estimulación de nuestros músculos provoca una atrofia de tal magnitud que esfuerzos considerados normales (caminar, subir escaleras, mantenerse erguido durante algún tiempo) pueden generar mucho cansancio”, detalla el experto de SHA Wellness Clinic.
La razón de esos esfuerzos es que simplemente no tenemos masa muscular suficiente para mover nuestros huesos y simplemente “vencer” la gravedad.
“Este es un problema muy común que no solo genera cansancio sino también múltiples dolores musculares”, recuerda Carlos Gutiérrez.
Hablamos del cansancio extremo cuando es de una intensidad tal que no nos permite realizar actividades básicas sencillas de la vida diaria, además de una duración tal que no cede con un tiempo normal de descanso.
“En estas situaciones, cualquier actividad sencilla genera una sensación de pesadez del cuerpo, a veces dolores musculares, y también sensación de niebla mental (brain fog) que no nos permite centrar nuestra atención en una actividad que requiera estar concentrado”, explica Carlos Gutiérrez.
El ejercicio físico moderado a intenso, alimentos ricos en antioxidantes y ciertos suplementos alimenticios pueden ayudarnos a aumentar la masa muscular y potenciar la actividad mitocondrial y vencer el cansancio.
“Y todo ello debe de ir acompañado de un descanso diario, en el que combinaremos técnicas de relajación cuando el estrés nos amenaza con un sueño adecuado. Debemos de irnos a dormir temprano y levantarnos temprano para que el ciclo hormonal sea lo más fisiológico posible”, concluye Carlos Gutiérrez.
Una de las circunstancias que pueden desencadenar la aparición de un cansancio extremo son enfermedades como la fibromialgia y el síndrome de fatiga crónica, de etiología no bien conocida, que además de cansancio producen una disminución del umbral del dolor.
La fibromialgia puede ser difícil de tratar. Por ello es importante la atención especializada a cargo de expertos que estén familiarizado con este trastorno y su tratamiento. Puede ser tratada por médicos de cabecera o reumatólogos especializados en artritis y otras condiciones que afectan a las articulaciones o tejidos blandos.
Muchos son los pacientes que han recuperado la salud gracias a la experiencia del equipo de SHA Wellness Clinic en el tratamiento de la fibromialgia. Todo debe partir de una valoración e identificación del posible origen antes de elegir el tratamiento adecuado.
En función de cada caso, puede aconsejarse la retirada de amalgamas para incorporar coronas nuevas de circonio, sesiones de acupuntura, suplementos vitamínicos, estudios médicos más en detalle o simplemente un plan personalizado de dieta y ejercicio.
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