Cerebro moldeable: la ciencia detrás de la neuroplasticidad

La grandeza de nuestro cerebro radica en la neuroplasticidad. Una capacidad extraordinaria de nuestro órgano central para transformarse, adaptarse y reconfigurarse funcional y físicamente ante estímulos ambientales, traumas o demandas cognitivas.

Tras un accidente cerebrovascular, y dependiendo de su gravedad, una persona puede ver comprometidas varias funciones, entre ellas hablar, caminar, mover un brazo, recordar o leer. El cerebro ha sufrido un trauma, ha dejado de recibir riego sanguíneo por un periodo de tiempo y las zonas afectadas dejan de funcionar como lo hacían previamente. ¿Cómo es posible que meses después ese paciente se haya recuperado casi por completo? La respuesta está en la neuroplasticidad del cerebro, que es capaz de reajustarse, cambiar de forma guiada y con esfuerzo y entrenamiento, adaptarse a las nuevas circunstancias.

Algunos estudios han probado el efecto de la neuroplasticidad en pacientes que sufrían afasia, problemas para comunicarse, tras sufrir una lesión cerebral. La facultad del lenguaje se suele situar en el hemisferio izquierdo del cerebro, si están afectadas regiones importantes de esa mitad cerebral las personas pueden tener dificultad para comprender y producir palabras. Si este engranaje se ve afectado por un ictus, hay que recurrir a la neuroplasticidad para intentar recuperar la habilidad perdida.

Las investigaciones han probado que una terapia intensiva sobre el lenguaje puede recuperar el funcionamiento de las regiones del hemisferio izquierdo dañadas y sus conexiones neuronales. Incluso puede provocar cambios en las estructuras del hemisferio derecho, ayudando aún más a la recuperación.

La música y la neuroplasticidad

La música es un regalo para la memoria de los cerebros afectados por un trauma. Un estudio reciente ha podido observar los cambios que produce la terapia musical en pacientes que han sufrido un traumatismo craneoencefálico. En el estudio, la lesión había alterado las funciones ejecutivas. Estas habilidades cognitivas superiores son las que nos permiten lograr objetivos, adaptarnos a situaciones nuevas o gestionar las interacciones sociales.

Las funciones ejecutivas del cerebro incluyen procesos como la inhibición, la flexibilidad, la planificación, el razonamiento o la toma de decisiones. Después de tres meses de musicoterapia los pacientes afectados presentaban modificaciones significativas en regiones importantes de su lóbulo frontal, concretamenteen la corteza prefrontal, responsable del correcto desempeño de esas habilidades.

¿Qué función tiene la neuroplasticidad en un cerebro sano?

Nunca perdemos la capacidad de aprender. No importa la edad que tengas siempre puedes aprender un idioma o a tocar un instrumento. Ya lo decía Pablo Picasso: “Cuando me dicen que soy demasiado viejo para hacer una cosa, me pongo a ello cuanto antes”.

Esa capacidad de aprendizaje es una manifestación de neuroplasticidad. Aprender algo nuevo es un regalo que le hacemos al cerebro porque con cada nueva habilidad adquirida nuestro órgano se hace más dúctil y plástico. El entrenamiento musical se ha considerado un marco interesante para investigar la neuroplasticidad inducida en cerebros sanos. Aunque ciertas diferencias cerebrales predispongan a que determinadas personas aprendan más fácilmente a tocar un instrumento, hay estudios que muestran que escuchar y producir música generan cambios funcionales en la red motora cerebral y en sus conexiones con el sistema auditivo.

Cuando aprendemos un idioma también se producen cambios y reconexiones neuronales a corto plazo, tanto en jóvenes y en adultos como en personas mayores. Cuando comenzamos a familiarizarnos con el idioma, con su vocabulario y sus estructuras gramaticales, el cerebro experimenta las modificaciones necesarias para posibilitar el aprendizaje.