¿Cómo mantener la salud mental en tiempos de incertidumbre?

La vida moderna tiene dos vertientes: por un lado, la ilusión de control, confiamos firmemente en la tecnología y creemos que todo está en nuestras manos. Por otro lado está, paradójicamente, la incertidumbre y la ecoansiedad. La intuición de que nuestros hijos van a vivir peor que nuestros padres y que nosotros, el exceso de mensajes negativos, el peligro de un desastre climático, la inestabilidad económica, la guerra y la inflación.

Somos adictos al móvil, y estamos enganchado al doomscroling, esa práctica de ‘escrolear’ horas en el teléfono sin rumbo y orden, solo buscando el siguiente chute de adrenalina que solemos conseguirlo con la próxima mala noticia. Nos provoca ansiedad, daña nuestra salud mental pero no podemos parar.

Vivimos entre la ansiedad del cambio climático y la inestabilidad del día a día, y lidiando con exigencias de productividad imposibles. La sensación de no llegar o estar hasta arriba es crónica.

¿Es posible abstraerse de todo eso y cuidar un poco nuestra salud mental? La respuesta es un sí contundente con algunos peros. Porque para conseguirlo se necesita disciplina, consistencia, cambiar los hábitos y desintoxicarse del teléfono.

Cuidar la salud mental en tiempos de incertidumbre es fundamental para mantener el bienestar emocional y psicológico. La inseguridad genera estrés, ansiedad y preocupación. Todo esto reduce la calidad de vida y elimina nuestra capacidad de disfrutar con lo que nos gusta y nos interesa. Además, genera pensamientos rumiantes y obsesivos de los que es muy difícil salir.

Para superarlo hay que poner en marcha estrategias efectivas que creen un ecosistema mental sano y ayuden a mantener la estabilidad mental y emocional.

1. Mantén horarios, hábitos y rutinas fijas. Cierto orden en tu vida proporciona estructura y estabilidad y reduce la incertidumbre. Intenta mantener horarios regulares para dormir, comer, trabajar y realizar actividades recreativas.
2. Limita la exposición a noticias y redes sociales. Estar constantemente expuesto a noticias y actualizaciones de las redes aumenta la ansiedad y el estrés. Establece límites saludables y elige fuentes confiables para mantenerte informado.
3. Practica el mindfulness y la meditación. La atención plena y la meditación son herramientas poderosas para reducir el estrés, la ansiedad y promover la calma interior. Dedica tiempo cada día a practicarlas. Vive aquí y ahora. Es lo único que tienes. El pasado ya no existe y el futuro, tampoco. Disfruta el presente.
4. Dedica tiempo a tus amigos y alimenta tu vida social. Aunque la privacidad, la distancia y la soledad pueden ser beneficiosas en ciertos momentos, es importante mantener el contacto social con amigos, familiares y seres queridos a través de llamadas telefónicas y/o videollamadas.
5. Marca objetivos realistas y alcanzables. Establece metas que puedas conseguir, tanto a corto como a largo plazo. Celebrar tus logros, por pequeños que sean, puede ayudar a mantener una actitud positiva y motivada, además son un antídoto contra la frustración.
6. Practica ejercicio físico al menos tres veces a la semana. El ejercicio regular no solo es beneficioso para la salud física, sino también para la salud mental. Dedica tiempo cada día al ejercicio, ya sea con una caminata al aire libre, una sesión de yoga en casa o un entrenamiento de fuerza.
7. Dedícate tiempo a ti mismo. Ahora se llama autocuidado o reservar un poco de tiempo para uno mismo. Sirve hacerse la manicura o darse un masaje, también escuchar música, leer o practicar un hobby. Algo que hagas solo por placer sin exigencias ni presiones.