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Ya estamos en otoño, y tanto nuestro cuerpo como nuestra mente notan sustancialmente el cambio de estación. Hasta hace pocos días, aunque muchos de nosotros ya nos habíamos incorporado al trabajo tras las vacaciones, aún manteníamos el espíritu positivo veraniego y la energía y vitalidad conseguida durante los días de descanso. Sin embargo, con la bajada de las temperaturas y los días cada vez más cortos, la asimilación de la vuelta a la rutina nos cuesta cada vez más por lo que muchos llaman el “síndrome postvacacional”. Por ello, en este post pretendemos reflexionar sobre el tema y daros unos consejos que os ayuden a sobrellevar mejor este cambio y a mantener las energías y los ánimos elevados.
Noelia Aguirre, nuestra psicóloga en SHA Wellness Clinic, nos explica que aunque el llamado “síndrome postvacacional” no existe como entidad clínica patológica (es decir, como “enfermedad”), se llama así al conjunto de signos y síntomas que algunas personas padecen al reintegrarse al trabajo después de las vacaciones, a principios del otoño.
En ocasiones, aparecen un conjunto de molestias que son parte del proceso de adaptación a la nueva rutina después del descanso, y que pueden no tener carácter patológico y desaparecer en poco tiempo. Pocas veces el “síndrome postvacacional” se instala con carácter permanente si el paciente no estaba deprimido previamente. Generalmente, bastan unos días para habituarse al nuevo ritmo. Sin embargo, en los casos más severos, las molestias llegan a interferir en la actividad laboral, debido a las dificultades de concentración atencional, la irritabilidad, la sensación subjetiva de ineficacia, el hastío, los problemas para organizarse, el ánimo triste y la falta de ilusión.
La doctora Aguirre considera que la falta de motivación tiene un papel central en el origen de este problema, especialmente en el campo laboral. Si solo trabajamos para obtener el dinero que necesitamos, nuestro trabajo nunca será una motivación y decrecerá la importancia de la vocación y la realización personal. La crisis económica también acentúa esta vivencia del trabajo como algo compulsivo, vacío de sentido trascendente.
Una de las claves fundamentales para superar el “síndrome postvacacional” es procurar que el trabajo sea un eje vertebrador de nuestra vida, uno de los núcleos más importantes de nuestra identidad.Somos, al menos en parte, el trabajo que hacemos. Decía Charles Baudelaire: “No hay más que dos medios para librarse de la pesadilla del paso implacable del tiempo: el placer y el trabajo. El placer agota y el trabajo fortifica”.
Posiblemente, recuperar el sentido creativo y la consciencia de la utilidad de nuestro trabajo sea la mejor de las actitudes posibles para sentirnos mejor en estos días difíciles. Hacerlo bien, lo mejor posible. Hacerlo con ganas, con ilusión… o incluso con rabia. “El horizonte es negro, la tempestad amenaza; trabajemos. Este es el único remedio para el mal del siglo” (André Maurois).
Además, os recomendamos que incorporéis algunos ingredientes en vuestra alimentación saludable cuyas propiedades os ayudarán en vuestro propósito de sentiros mejor y mantener vuestra energía positiva con la vuelta al trabajo y el cambio de estación:
Recordad que cuidar de nuestro cuerpo y nuestra mente está en nuestras propias manos. Si nos proponemos empezar el otoño con energía y positivismo, seguro que lo conseguimos.
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