Llega el verano y renunciar al deseo de conseguir un buen bronceado es difícil para muchos ya que constituye un símbolo de atractivo, moda y salud. Sabemos los innumerables peligros de exponer al sol nuestra piel, nuestro cabello, pero no somos conscientes de que también nuestros ojos deben ser protegidos del exceso de radiación solar.
Al permanecer muchas horas al aire libre y al sol es más fácil que sometamos nuestros ojos a un exceso de radiación ultravioleta que puede ocasionar sequedad ocular y con el tiempo llegar a desarrollar cataratas, tumores en los ojos o incluso cáncer. Los estudios calculan que más de 3 millones de personas al año se quedan ciegas por este motivo.
Te presentamos una serie de recomendaciones realizadas por el Doctor Palomares, especialista de la Unidad Oftalmológica de SHA Wellness Clinic, que te ayudarán a evitar gran parte de los problemas que afectan a los ojos durante el verano, aunque debes tener en cuenta que es importante proteger nuestra vista de la luz solar durante todo el año.
Recomendaciones
- Higiene ocular adecuada – Utiliza colirios y lágrimas artificiales de manera habitual para evitar la sequedad que producen las altas temperaturas. Si usas lentes de contacto mantenlas limpias y recuerda no llevarlas por más de 10 horas seguidas.
- Cuidado con las gafas de sol – Elegir unas gafas de sol adecuadas es esencial. No te dejes engañar por el color o el precio y asegúrate de que tus gafas puedan bloquear el 100% de los rayos UVA.
- Síndrome del ojo seco – El uso prolongado del aire acondicionado induce al llamado “síndrome del ojo seco” que provoca la disminución de agudeza visual o sensación de quemazón. Lo ideal es mantener la temperatura entre 21 a 26 grados.
- Protégete dentro del agua – El cloro del agua de muchas piscinas puede causar irritación, que hace que los ojos sean más sensibles a las radiaciones solares y ser el motor de muchas infecciones oculares. En verano es importante el cuidado e higiene de las lentillas. Evita nadar con ellas puestas y en su caso, hazlo con lentillas desechables de un solo uso.
- No mires al sol – Mirar al sol directamente tanto con los ojos como con gafas puede provocar una retinopatía solar. No dejes que las nubes te engañen, los rayos solares pueden atravesarlas fácilmente. Utiliza las gafas de sol siempre que te encuentres al aire libre o hazte con un buen sombrero ya que, además de estar de moda, protegerás tu piel y tus ojos.
- Aliméntate bien – Incorpora en tu dieta alimentos ricos en ácidos omega 3, vitaminas A,C y E y antioxidantes como los frutos rojos, fresas, zanahorias, y verduras de hojas verdes que ayudan a prevenir el riesgo de ciertas enfermedades oculares como la formación de cataratas.
- Evita las horas centrales del día – Muchos piensan que para broncearse antes y más rápido lo mejor son las horas centrales del día (de 12 a 16 horas). Sin embargo, son las horas en que los rayos UV son más fuertes, más dañinos, y es cuándo más ponemos en riesgo nuestra salud.
- Buen descanso – Mientras dormimos, nuestros ojos se encargan de deshacerse de alérgenos, agentes irritantes como el polvo o el humo acumulado durante el día. En esos momentos es cuando los ojos disfrutan de una lubricación continua, por lo que esto se puede convertir en algo crítico en aquellas personas que padecen problemas de insomnio. Por otra parte, también es necesario para nuestros ojos disfrutar de una exposición mínima diaria a la luz natural para mantener los ciclos normales de sueño.
- Protección en interiores – Con la llegada del verano apetece broncearse y muchos hacen uso de cabinas de bronceado artificial, sin tener en cuenta que el bronceado en interiores puede provocar el mismo daño que provocaría el sol tanto en la piel como en sus ojos. Utiliza gafas adecuadas y buenos protectores solares.
Estos consejos, que se convierten fácilmente en hábitos, contribuirán al cuidado de los ojos en verano. ¡Ponlos en práctica para disfrutar plenamente de esta maravillosa época del año!