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SHA Magazine Salud y belleza
Tras un invierno frío en el que intensificamos los cuidados de la piel especialmente indicados para las bajas temperaturas, ahora toca atender los cuidados de belleza de primavera, adaptados al sol y al calor.
El invierno contribuye a dejar marcas y deshidratar la piel, además de ser meses donde es más fácil acumular grasa localizada que intensifica la celulitis.
Los días de calor están a la vuelta de la esquina y es fundamental preparar e hidratar la piel para el verano que se aproxima.
Los peelings, tanto corporales como faciales, son muy recomendados en esta época del año: Se utilizan para mejorar el aspecto general de la piel, hidratan y regeneran el tejido preparándolo con células nuevas mucho más activas, lo que hace que la piel luzca mucho más fresca, oxigenada, uniforme y radiante; preparada para adoptar un bronceado duradero y mucho más uniforme.
Los peelings pueden ir además acompañados de envolturas nutritivas o de algas detoxificantes que a la vez drenan los tejidos.
La recomendación de tratamientos hidratantes nutritivos está indicada para preparar la piel para la llegada próxima del verano y la consiguiente exposición solar de la playa y a la brisa, que también la daña.
También son muy recomendados los tratamientos adelgazantes y tonificantes que estilizan la figura. Después de un invierno frío se acumulan muchas toxinas e impurezas, además de los antiestéticos michelines.
Sin embargo en este post quisiera destacar una zona del cuerpo que justo en la primavera se empieza a destapar y a lucir con la llegada del calor: EL ESCOTE. Os explico un protocolo de cuidado diario fácil de hacer y muy eficaz:
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