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SHA Magazine Fitness
En esta época del año en la que los días son más largos, las temperaturas acompañan y solemos tener más tiempo libre, es un buen momento para hacer deporte al aire libre, ya que además de ayudarnos a ponernos en forma, facilita nuestra desconexión cerebral y nos ayuda a alejarnos de nuestra habitual rutina y aumentar nuestra sensación de descanso y bienestar. Los beneficios del deporte al aire libre son muchos: respiramos aire puro, estamos más en contacto con la naturaleza y con el medio que nos rodea, entre otros.
Caminar, nadar, hacer ejercicios en el agua, patinar, practicar actividades como el yoga, el pilates o el tai chi, jugar a voley, practicar golf, jugar al tenis o pádel… son muchas las posibilidades que ofrece el verano para practicar deportes al aire libre. Sin embargo, tal y como recomienda nuestro entrenador personal Luis Ganso en este artículo del diario La Vanguardia, debemos procurar empezar con deportes a los que podamos dar continuidad durante el resto del año como, por ejemplo, caminar una hora diaria o nadar unos cuantos largos al día. Son actividades que en verano podemos hacer al aire libre pero que en invierno podemos trasladar a sitios cerrados para mantenernos en forma.
Sin embargo, hacer deporte al aire libre requiere algunas precauciones fundamentales, especialmente durante las horas más calurosas del día, cuando puede llegar a ser especialmente peligroso. Nuestras recomendaciones para practicar deporte al aire libre son:
– Controlar la temperatura y la humedad del ambiente. Debemos evitar hacer ejercicio con temperaturas superiores a 30ºC y con humedad superior al 80%. Evitar especialmente las horas centrales del día para hacer deporte y salir preferentemente a primera hora de la mañana y a última hora de la tarde.
– Usar protección solar. Tanto si estamos en la playa o en la montaña como si nos quedamos en la ciudad, es fundamental protegernos convenientemente del sol y repetir la aplicación tantas veces como sea necesario, especialmente en las zonas más sensibles.
– Hidratarnos mucho y de forma contínua. Siempre es importante beber agua cuando hacemos deporte pero en verano lo es más aún, incluso en los deportes acuáticos es conveniente tener una botella de agua a mano.
– Usar la ropa adecuada: utilizar ropa holgada y fresca, de materiales naturales como el algodón, y a ser posible de colores claros que absorben menos el calor. Además, si el deporte lo permite, se recomienda utilizar gorra y gafas de sol homologadas.
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