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Drenaje linfático manual: un increíble tratamiento estético y postoperatorio

SHA Wellness Clinic
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31 de julio de 2020

El drenaje linfático manual no solo es una terapia sumamente efectiva para tratar patologías como el estrés, problemas digestivos o el dolor agudo, sino que también se puede incorporar como un magnífico tratamiento de belleza, un excelente aliado estético y una acción indicada dentro de un proceso postoperatorio.

Efectivamente, el drenaje linfático manual es un increíble tratamiento de belleza, además de ser un gran compañero para el cuidado de la salud holística. Al reducir la inflamación y el edema, la piel se ve elástica y joven”, afirma Rachel Rose, experta en Mind & Body de SHA Wellness Clinic.

Así, el drenaje linfático manual de la cara elimina las bolsas bajo los ojos y la barbilla. Y aplicado en las piernas, ayuda a las rodillas y tobillos hinchados. También puede ser muy efectivo en la aparición de venas varicosas.

Como el drenaje linfático manual trabaja en las capas más profundas de la piel, ayuda a mantener la piel sana y fuerte. “Las células de la piel viven y mueren rápidamente, por lo que cualquier condición inflamatoria -como el eccema, la psoriasis o la rosácea- puede descontrolarse rápidamente. El drenaje linfático manual también disminuye el enrojecimiento y hace que la piel se vea mejor y se sienta mucho más cómoda”, destaca Rachel Rose.

Una técnica que mejora el tono de la piel de forma natural

La técnica en sí del drenaje linfático manual consiste en estirar y soltar suavemente la piel. Esto puede ayudar a mantener el colágeno y las fibras elásticas saludables, mejorando el tono de la piel de forma natural. Por supuesto, no se trata una técnica aplicada únicamente en el cuerpo, sino que también se puede administrar sobre cuello o incluso escote. Y con magníficos resultados. Lo que hace el especialista es activar el sistema linfático con movimientos circulares, giros y otros movimientos localizados, llevando la linfa acumulada hacia los ganglios ubicados en la zona sobre la que queremos actuar.

Por efecto de esta acción, se reduce el edema en el rostro o se eliminan las bolsas aparecidas bajo los ojos o diversas rojeces o inflamaciones que se deseen suprimir. Además, nuestros tejidos se nutren debido al mayor aporte de nutrientes y oxígeno.

¿Por qué ayuda también en procesos postoperatorios?

El drenaje linfático manual ayuda a todo tipo de recuperación postoperatoria. No sólo reduce la hinchazón y la equimosis al mínimo, sino que promueve el desarrollo de tejido cicatrizante saludable.

“Durante la recuperación, y con cicatrices de cualquier tipo, el sistema linfático puede tener que establecer nuevas vías linfáticas alrededor de la cicatriz, pero no a través de ella. Varios estudios han demostrado que el drenaje linfático manual aplicado inmediatamente después de la cirugía ayuda a restablecer las vías linfáticas normales, evitando complicaciones posteriores como cicatrices endurecidas o hinchazón alrededor de las cicatrices”, recuerda Rachel Rose.

Evidentemente, en la cirugía estética, el elemento estético es primordial, por lo que se deben utilizar todas y cada una de las medidas que ayuden a dar un mejor resultado. Junto al propio dolor intrínseco a cualquier procedimiento quirúrgico, una de las peores sensaciones que puede tener el paciente es la incomodidad y la tensión producida por el exceso de líquido o la hinchazón. Esta hinchazón es lo que se conoce con el nombre de edema.

Una forma excelente, no invasiva y relajante de hacerlo es mediante el drenaje linfático manual. Y otra de sus mayores ventajas es que se puede realizar a los pocos días de la cirugía. Como el líquido linfático transporta los glóbulos blancos (células inmunes) y ayuda a eliminar los desechos del cuerpo, al mover el líquido linfático a las áreas de drenaje adecuadas estamos ayudando a transportar las células inmunes y a garantizar que se eliminen los desechos de la zona operada.

Según numerosos estudios, el drenaje linfático manual aplicado después de un procedimiento quirúrgico contribuye a reducir el edema (hinchazón), la tensión y el dolor, mejora el tejido cicatricial, ayuda a eliminar materiales de desecho del área quirúrgica, estimula la circulación de los glóbulos blancos para mejorar el proceso de curación y el bienestar general y promueve la relajación.

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