Ejercicios de memoria para mayores

Un cerebro activo es un cerebro sano. Mantener las neuronas en acción, aprendiendo cosas nuevas, memorizando y haciendo cálculos mentales es un gran regalo que nos hacemos a nosotros mismos, sobre todo a medida que vamos llegando a la tercera edad.

Los ejercicios de memoria deben convertirse en un hábito para las personas mayores, exactamente igual que el ejercicio físico o una buena alimentación. Según numerosos estudios, los ejercicios de memoria son beneficiosos para tener una vida equilibrada. En los adultos mayores y en los no tanto, la estimulación cognitiva debe ser una actividad incluida en un estilo de vida saludable, que incluya el descanso, una dieta sana, contacto social abundante y saludable, ejercicio físico y, por último, entrenamiento cognitivo, donde estos ejercicios jugarían su papel.

Los ejercicios de memoria no solo ayudan a no olvidar, sino que son una vía ideal para aprender cosas nuevas y estimular las neuronas. Ayuda leer, escribir, practicar, rellenar sudokus, resolver puzles o juegos de ingenio y cálculo. También las actividades manuales como bordar o tejer –que tienen un efecto meditativo para el cerebro–.

Conviene aficionarse a una rutina de ejercicios cognitivos para entrenar la mente cada día. Estos ejercicios se pueden practicar en el móvil y en cualquier dispositivo, de manera que los adultos mayores pueden desplazarse con ellos y ponerse a entrenar casi en cualquier circunstancia.

Un estudio realizado en 2019 por la Universidad de Exeter y el King’s College de Londres demostró que las personas que completaban habitualmente crucigramas y sudokus tenían cerebros más agudos y un pensamiento más nítido y organizado.

La investigación se realizó entre 19.000 personas que informaron del tiempo que dedicaban a hacer acertijos de palabras y números. Los participantes realizaron pruebas cognitivas para medir su función cerebral, y se demostró que cuantos más ejercicios de memoria de este tipo realizaban, mejores eran sus resultados en las pruebas de atención, razonamiento y memoria. Los investigadores concluyeron que tenían un cerebro hasta 10 años más joven que los que no practicaban estas actividades.

Los sudokus, crucigramas, juegos de lógica y retos de memoria son una forma divertida de estimular las funciones cognitivas: mejoran la retentiva y la memoria visual, dos habilidades útiles para recordar con rapidez los detalles del día a día. Además, estimulan la capacidad de concentración y la atención, que son clave para que las tareas no se alarguen demasiado. Mejoran la agilidad mental y el pensamiento lógico, lo que ayuda a encontrar soluciones con mayor facilidad y a relacionar mejor diferentes ideas y conceptos. Estos ejercicios también ayudan a entrenar la coordinación, la observación y la orientación.

Además de estimular la memoria, estos ejercicios son útiles para aliviar la ansiedad en las personas que la sufren. Los ejercicios que obligan a mantener la atención facilitan la reducción del grado de ansiedad. Completar ejercicios de memoria es un gran ejercicio de mindfulness, ya que requiere concentración absoluta y ayuda a olvidar otras preocupaciones. Funcionan como un gran desestresante.

Estas prácticas ayudan a prevenir el avance del Alzheimer y de otras demencias. Los ejercicios que trabajan la atención, la memoria o las funciones espaciales ya forman parte de la estrategia terapéutica para tratar las demencias. Serán más útiles cuanto más precozmente se practiquen.