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Las enfermedades cardiovasculares son aquellas relacionadas con el funcionamiento del corazón y actualmente suponen la mayor causa de mortalidad en los países desarrollados, causando más muertes que el cáncer y el sida juntos.
Las recomendaciones básicas de la Organización Mundial de la Salud son: mantener una dieta sana y equilibrada (sin excesos de sal, azúcar y colesterol), hacer ejercicio físico diario, evitar el estrés y la ansiedad, procurar descansar de forma adecuada y dejar de fumar, ya que la nicotina está directamente relacionada con muchas de las enfermedades del corazón más comunes.
Todo deporte es sano en su justa medida. Está demostrado científicamente que un estilo de vida físicamente activo va asociado a una reducción en la frecuencia y en la mortalidad de las enfermedades cardiovasculares, tanto en hombres como en mujeres e independientemente de la edad.
Lo recomendable es realizar al menos 30 minutos al día de ejercicio moderado y al menos 4 o 5 veces por semana para fortalecer el corazón. Además, estudios científicos han demostrado que es igual de beneficioso realizar tres series de ejercicios de 10 minutos que una única serie de 30 minutos, lo que nos permite mayor flexibilidad si no disponemos de tiempo suficiente.
Desde los años 90 distinguidas asociaciones en el mundo de la salud como el American College of Sports Medicine (ACSM), reconocen los beneficios potenciales para la salud de la práctica del ejercicio físico regular realizado con una mayor frecuencia, pero a intensidades menores. Lo que se trata es de mantenernos activos, no de realizar excesos deportivos puntuales que incluso podrían llegar a perjudicar nuestra salud cardiovascular.
Los ejercicios más recomendados son los de tipo aeróbico, que ejerciten el corazón de forma continuada, sin provocar alteraciones graves puntuales en nuestras pulsaciones cardíacas. Los deportes más recomendados para tener un corazón sano son correr, nadar y montar en bicicleta, ejercicios aeróbicos continuados que contribuyen a controlar la tensión arterial.
Además de las recomendaciones anteriores, es muy importante realizar revisiones médicas períodicas para asegurarnos de que nuestro corazón funciona correctamente, especialmente si tenemos antecedentes familiares de enfermedades cardíacas, hipertensión, colesterol, diabetes u obesidad.
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