Suscríbete a nuestra newsletter
Reciba novedades y ventajas sobre salud y bienestar.
Fruto de una experiencia personal que me devolvió la salud, y después de 30 años padeciendo serios problemas digestivos, decidí crear un centro donde prevaleciera siempre el mayor respeto por el sentido holístico de considerar al ser humano como una unidad integrada por cuerpo, mente y espíritu, tratando al paciente y no a la enfermedad o al síntoma.
La propuesta considera que en la mayoría de los casos los síntomas actúan como quejas o alarmas que se disparan para advertir de una conducta indebida, ya sea con uno mismo o en la relación con el medio ambiente; o sea con todo lo existente, incluyendo principalmente a nuestros semejantes. En esta relación hay diferentes grados de compromiso, debiéndose prestar gran importancia a lo que se ingiere, ya que afecta directamente al organismo, y aprendiendo a identificar los alimentos que, aunque puedan resultar placenteros, son una fuente de toxinas que se acumulan y van minando la salud de forma progresiva.
Conocidos son los estragos que el tabaco produce en el organismo. Sin embargo, pueden pasar muchos años hasta que aparezcan los síntomas. Lo mismo ocurre con muchos de los alimentos que se consumen habitualmente y con muchos otros malos hábitos como el sedentarismo, el exceso de alcohol o el consumo de estupefacientes. Sin olvidar los graves trastornos en la salud que puede ocasionar la falta de una actitud positiva de afecto hacia los demás seres existentes.
Con el inmenso respeto que merece la medicina alopática o convencional por muchos de los avances logrados, se ha llegado a una situación extremadamente preocupante. Millones de personas se transforman en enfermos crónicos que necesitan constantemente de medicación para apaciguar los síntomas que van apareciendo producto de conductas erróneas. Esto obliga a los gobiernos a incrementar constantemente los presupuestos de sanidad para crear cada vez más hospitales y clínicas para atender cada día a una población cada vez más enferma y que colapsan absolutamente ante una epidemia, no pudiendo prestar aasistencia a personas que en ese momento se juegan la vida.
Cada año aparecen nuevas patologías y casi todo el esfuerzo y gasto en investigación tiene como objetivo crear nuevas técnicas, soporte tecnológico y tratamientos que permitan a millones de personas convivir con los numerosos síntomas que van deteriorando la calidad de vida mientras poco o nada se destina a una verdadera y desinteresada educación.
La actual pandemia producida por el Covid 19 que estamos sufriendo corrobora el erróneo enfoque de creer que no es importante lo que se coma o los hábitos que se tengan, creyendo que el dinero y los avances científicos nos ofrecerán casi siempre una solución. Es de vital importancia contar con un sistema defensivo en perfecto estado para lograr sobrellevar cualquier imprevisto. Permanentemente estamos expuestos a posibles agentes patógenos, la diferencia está entre tener un sistema inmunológico en buen estado o no, razón por la que seguramente los niños y jóvenes no enferman, aun teniendo contacto con el virus, y un alto porcentaje de las personas mayores o con patologías previas sí lo hacen o incluso mueren.
El Método SHA busca potenciar el bienestar procurando alcanzar un estado de plenitud total eliminando los hábitos indeseables que van minando esa posibilidad. Lo consigue mediante la utilización de las terapias naturales más eficaces, fruto algunas de ellas de miles de años de experimentación con los más avanzados conocimientos en genética, medicina antienvejecimiento o medicina estética no invasiva. Y siempre respetando al máximo el sentido holístico de la salud. Sin olvidar las técnicas más avanzadas para mejorar esa imagen física que tanto contribuye a un sentimiento de bienestar.
Se busca depurar el organismo, evitando en la medida de lo posible utilizar sustancias que casi siempre tienen efectos secundarios no deseados. También educando e informando al paciente para que aprenda a distinguir la forma correcta de alimentarse, además de propiciar la práctica de actividades físicas beneficiosas, control de emociones junto con otras técnicas que contribuyen a mejorar considerablemente la relación con el medioambiente. El fin es potenciar la capacidad inmunológica y autocurativa del organismo logrando mejorar la calidad de nuestra existencia. Agregar años a la vida y vida a los años.
En SHA no entendemos la salud simplemente como la ausencia de enfermedad, sino como un estado óptimo de completo bienestar físico, mental, espiritual y en armonía con el medioambiente, manteniendo el peso idóneo y gran vitalidad. ¡Qué gran placer se siente al conseguirlo, qué bien se vive y se disfruta de esa plenitud!
Los tres elementos claves del concepto SHA son: las terapias naturales más eficaces, incluida la mejor nutrición posible; las mejores y más modernas técnicas y terapias de la medicina convencional; y la prevención mediante la medicina antienvejecimiento, incluida la medicina estética mínimamente invasiva.
Todo programa de mejora debe partir de un excelente diagnóstico y para tal fin, además de las analíticas y estudios habituales, prestamos cada vez más atención al estudio genético. Aunque sabemos perfectamente qué alimentos son los más recomendables para el ser humano y cuáles son los que debiéramos consumir solo ocasionalmente o nunca, si hilamos con mayor finura, veremos que también importa, y mucho, conocer en cada individuo las características de su genoma.
Es probable que a una persona no le convenga ingerir un determinado alimento, aunque este sea excelente para la mayoría, porque su organismo es incapaz de producir las enzimas necesarias para una buena metabolización de este. De ahí la gran importancia de aprender a vivir en armonía con nuestros propios genes y no ir a ciegas sin saber por qué tenemos síntomas de vejez prematura: calvicie, exceso de peso, pérdida de visión y/o de audición, cansancio o falta de agilidad física o mental, entre muchos otros probables.
Además, hoy la ciencia nos ofrece la posibilidad de determinar con bastante precisión la edad biológica de una persona, que rara vez coincide con exactitud con la edad cronológica, y esto nos permite corregir los desvíos negativos y medir objetivamente los avances conseguidos con nuestros tratamientos e indicaciones.
Creemos que individualmente podemos hacer mucho por conseguir una buena salud. En SHA queremos que nuestros huéspedes o pacientes aprendan a gestionarla lo mejor posible para conseguirlo. Y aunque sabemos que ante un fallo, un accidente o una enfermedad siempre podremos recurrir a la ayuda de un médico, lo ideal es que nuestro organismo esté limpio, fuerte, lleno de energía y con un sistema inmunológico potente. No nos confiemos a la posibilidad de encontrar siempre una vacuna o un medicamento que nos dé la solución.
Millones de personas mueren cada año de forma prematura y nos horroriza pensar que solo el coronavirus ha cegado ya más de medio millón de vidas en el mundo. Lo que no se suele mencionar es, que según datos de la Organización Mundial de la Salud, cada año mueren aproximadamente nueve millones de personas solo por cáncer en el mundo.
Así es: millones de personas pierden muchos años de buena vida por desconocimiento. Nuestro objetivo es contribuir a que al menos quienes confíen en nosotros encuentren el camino para evitarlo.
Reciba novedades y ventajas sobre salud y bienestar.