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Según la Organización Mundial de la Salud, cada año fallecen en el mundo ocho millones de personas a causa del tabaco. Además, el tabaquismo provoca una ingente cantidad de enfermedades cardiacas, vasculares y pulmonares crónicas que, aunque no sean mortales, empeoran mucho la calidad de vida, y es el responsable del 30 % de todas las muertes relacionados con el cáncer. Estos datos, por sí solos, ya deberían ser una buena razón para dejarlo.
Empezar a fumar o vapear es muy sencillo, pero abandonar este vicio tan dañino para la salud resulta muy complicado, pero no imposible. De hecho, y como nos comenta el doctor Vicente Mera, responsable de Medicina Interna y Antienvejecimiento de SHA Wellness Clinic, “únicamente uno de cada 20 de los huéspedes que realiza el Programa Antitabaco recae, es decir, solo el 5 %. El éxito del programa, que dura una semana, reside en un enfoque integrativo que combina distintas disciplinas, desde los últimos tratamientos médicos, como la nebulización détox pulmonar o la ozonoterapia intravenosa, una plan de alimentación saludable personalizado, consultas de psicología para profundizar en el origen del problema y entender por qué se busca un desahogo en el tabaco, hasta la gestión del estrés y las técnicas orientales encaminadas a la conciencia plena, como la respiración pranayama, la meditación, el yoga, la acupuntura o la reflexología podal. Estas últimas son fundamentales durante todo el proceso, pero, principalmente, en los primeros días, ya que favorecen la relajación, lo que ayuda a superar la ansiedad provocada por el síndrome de abstinencia”.
De las miles de sustancias tóxicas que contienen los cigarrillos, el doctor destaca dos especialmente dañinas: la nicotina y el alquitrán. “La nicotina es muy adictiva, es la que provoca el deseo de fumar y tiene unos efectos cardiovasculares muy peligrosos, porque acelera el ritmo cardiaco y se acumula en las arterias del corazón y el cerebro, endureciéndolas y causando el aumento de la tensión arterial, infartos e ictus. Por su parte, el alquitrán es el responsable de todos los fenómenos pulmonares. Es como una especie de chapopote que se pega a los pulmones, provocando bronquitis y enfisema, enfermedades que tienen muy mal tratamiento y que empeoran muchísimo la calidad de vida. Además, todos estos riesgos crecen de manera exponencial cuando se combinan con otros factores, como el colesterol alto, la tensión y el estrés. El tabaco hace un daño silencioso, es decir, puedes fumar durante muchos años y encontrarte relativamente bien, pero llega un momento en el que la gota colma el vaso”.
La buena noticia es que dejar el tabaco o el vapeo es posible y, con la ayuda adecuada, el proceso se hace mucho más llevadero. Como nos explica Vicente, “dejar de fumar es un libro de tres capítulos. El primero es el más largo y lo tiene que escribir el propio fumador. Va desde que empieza a pensar que tiene que dejar de fumar hasta el momento que toma la decisión definitiva y dice “voy a dejar de fumar”. Escribirlo puede llevar meses, años o incluso décadas. El segundo capítulo es muy corto y es “dejar de fumar”. Es el más fácil de todos y para escribirlo solo se necesita una semana en SHA, eso sí, siempre y cuando se haya escrito previamente el primer capítulo y se esté total y mentalmente convencido de dejarlo. El tercer capítulo es el más importante y consiste en “no volver a fumar”, algo que se consigue con los métodos y las técnicas aprendidas durante la estancia”.
A los pocos días de apagar el último cigarrillo, se empiezan a notar los beneficios. Como afirma Vicente, “hay pocas satisfacciones mayores que dejar de fumar porque, en cuanto tu vida no está ligada al tabaco, vuelves a ser el propietario de tu destino. A partir de ese momento, eres tú quien decide dónde quieres ir y no dejas que el tabaco te lleve donde él quiera, que suele ser a la enfermedad, al hospital o a vivir pegado a una bombona de oxígeno. Además, empiezas a encontrarte bien y tanto tu salud como tu calidad de vida lo agradecen: recuperas el gusto y el olfato, dejas de ahogarte al correr, subir por las escaleras o hacer cualquier esfuerzo físico, las relaciones sexuales mejoran y, por supuesto, reduces los riesgos de sufrir un infarto o desarrollar cáncer de pulmón”.
Para más información sobre el Programa Antitabaco SHA, visita: https://shawellness.com/shamagazine/es/tratamiento-tabaquismo/
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