Endometriosis: la verdadera causa del dolor menstrual

Es posible que a las mujeres fértiles de hace una o dos décadas la palabra endometriosis ni siquiera les sonara. Afortunadamente, en la actualidad el concepto de endometriosis ha saltado a las redes sociales y las mujeres hablan de esa patología con cierta familiaridad. Al menos saben que las menstruaciones dolorosas no son normales, y que pueden pedir ayuda médica y considerar si entre las causas puede estar la endometriosis. Varios estudios coinciden que al menos un 10% de las mujeres sufre endometriosis (en España podría haber más de dos millones de afectadas).

Hasta no hace mucho tiempo, la mayoría de los médicos banalizaban el dolor de la regla. También lo hacían numerosas mujeres que, muchas veces, en una dolencia con componente hereditario, tenían a su madre como referente menstrual, quienes les decían “el dolor es normal”. Eso retrasaba años el diagnóstico y el tratamiento.

“En los últimos cinco años ha habido un aumento significativo en la conciencia y educación sobre esta patología, tanto entre los profesionales de la salud como en la población general. Anteriormente, la endometriosis solía estar infradiagnosticada porque sus síntomas, al ser variados, se solían atribuir a otras condiciones. Por otra parte, la falta de investigación específica y el estigma asociado a los problemas menstruales contribuyeron a que muchas mujeres no recibieran un diagnóstico adecuado. Hoy en día, gracias a las campañas de concienciación y al mayor conocimiento médico, más mujeres están siendo correctamente diagnosticadas y tratadas”, opina la doctora Mariel Silva, especialista en Medicina Well-ageing de SHA.

Desde un punto de vista clínico, la endometriosis se define como la presencia de tejido similar al endometrio, que normalmente recubre el interior del útero, en otras partes del cuerpo, como pueden ser los ovarios, las trompas de Falopio, la vejiga y los intestinos.

“El diagnóstico se basa en la evaluación de los síntomas, en los exámenes físicos, ultrasonidos y, en muchos casos, con una laparoscopia que es una cirugía mínimamente invasiva que permite visualizar directamente las lesiones endometriales. Debido a la similitud de sus síntomas con otras patologías, como el síndrome de intestino irritable, las infecciones urinarias y otras condiciones ginecológicas, es fácil que el diagnóstico se confunda si no se realiza una evaluación exhaustiva”, explica la doctora Silva.

El principal síntoma de la endometriosis es el dolor pélvico ligado a los períodos menstruales. Aunque muchas personas sufren cólicos durante sus reglas, quienes viven con endometriosis suelen describir un dolor menstrual intenso, invalidante, que limita sus vidas durante dos o tres días al mes. Es posible que ese dolor empeore con el tiempo.

Los síntomas comunes de la endometriosis son:

Reglas abundantes y dolorosas. El dolor pélvico y los cólicos pueden aparecer antes del período menstrual y durar varios días. También puede aparecer dolor en la zona lumbar y el estómago.

Dolor durante las relaciones sexuales. Es un síntoma muy común de la endometriosis.

Infertilidad. En algunas personas, la endometriosis se diagnostica a través de estudios para mejorar la fertilidad.

Otros síntomas. Fatiga, diarrea, estreñimiento, hinchazón o náuseas antes o durante los períodos menstruales.

“El origen exacto de la endometriosis no se comprende completamente, pero existen varias teorías que intentan explicarlo. Una de las principales teorías es la menstruación retrógrada, que sugiere que durante la menstruación el flujo menstrual que contiene células endometriales fluye hacia atrás a través de las trompas de Falopio y se deposita en la cavidad pélvica. Sin embargo, la menstruación retrógrada ocurre en muchas mujeres, pero no todas desarrollan endometriosis, lo que indica que otros factores también están en juego”, explica la doctora Silva.

Otra teoría es la transformación de células peritoneales, que propone que las células del revestimiento del abdomen se transforman en células endometriales. También está la teoría de la diseminación linfática y vascular para explicar la endometriosis. Esta teoría propone que las células endometriales entran a los vasos linfáticos o sanguíneos y se transportan a otras partes del cuerpo, lo que podría explicar la presencia de endometriosis en lugares distantes del área pélvica.

“Varios estudios han mostrado una mayor incidencia de endometriosis entre familiares de primer grado de mujeres afectadas, lo que sugiere que los factores genéticos desempeñan un papel importante”, indica la doctora de SHA.

La disfunción inmunológica es otra teoría que intenta explicar el origen de esta enfermedad. “Se cree que las mujeres con endometriosis tienen un sistema inmunológico que no consigue reconocer y destruir el tejido endometrial que está fuera del útero. Las mujeres con endometriosis también tienen una mayor prevalencia de otras enfermedades autoinmunes, lo que sugiere que puede existir un vínculo inmunológico”, expone la experta.

Por último, los factores ambientales también podrían contribuir al desarrollo de la endometriosis. La exposición a ciertos productos químicos, disruptores endocrinos y toxinas ambientales ha sido sugerida como un posible factor de riesgo. “En resumen, es probable que la endometriosis sea el resultado de una combinación de varios de estos factores, incluidos los genéticos, inmunológicos, hormonales y ambientales”, indica la Dra. Silva.

En SHA se aborda la endometriosis desde su diagnóstico y tratamiento con un enfoque integral y personalizado. “Además de atención clínica altamente especializada proporcionamos apoyo psicológico y recomendamos cambios en el estilo de vida, como una dieta equilibrada y ejercicio regular, para ayudar a manejar los síntomas y mejorar la calidad de vida de nuestras pacientes. Siempre trabajamos en estrecha colaboración con cada mujer para desarrollar un plan de tratamiento que se adapte a sus necesidades específicas”, apunta la Dra. Silva.