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Las cosas a menudo suceden así: mientras buscas algo, encuentras otra cosa por el camino. ¡Serendipia! Al estudiar el sentido de la orientación de las aves y las largas odiseas migratorias, ¡la luz emergió!
Sí, sí luz: Los investigadores han llegado a la misma conclusión que hemos sentido todo el tiempo: la luz nos da energía. La luz nos guía. Algunos tipos de luz pueden llegar a penetrar el tejido corporal y energizar nuestras células. Hemos sentido esto: es muy agradable pasar tiempo al aire libre, ya sea en las montañas, el mar o incluso en la ciudad. Sin embargo, hasta hace poco, no se había identificado la explicación biológica exacta de que por qué “disfrutamos tomando el sol”. Las técnicas modernas de imágenes cerebrales microscópicas ahora muestran que las mitocondrias, las fábricas de energía de nuestras células, absorben un tipo específico de luz infrarroja y lo convierten en moléculas ATP: el combustible para nuestras células. Además, el proceso crea oxidantes leves que conducen a la transcripción de genes, resultante en la reparación y curación celular. El proceso también destapa la cadena de óxido nítrico (NO), liberando así el óxido nítrico, que se libera de nuevo en nuestro cuerpo. El óxido nítrico es una molécula que produce nuestro cuerpo para ayudar a que sus 50 billones de células se comuniquen entre sí, transmitiendo señales en todo el cuerpo. Además, el óxido nítrico ayuda a dilatar nuestros vasos sanguíneos y, por lo tanto mejora el flujo sanguíneo.
Estos descubrimientos han conducido a la aparición de una nueva ciencia y terapia: la fotomodulación. Se trata de utilizar ciertos tipos de luz con características especiales, que han demostrado ser realmente eficaces. Usando la luz láser LED, la reparación celular se mejora en los tejidos como los músculos o la piel, reduciendo la inflamación y acelerando la curación. Pero, ¿pueden los efectos positivos de la luz aplicarse también a nuestro sistema nervioso? La NASA encontró que merecía la pena investigar esta técnica y recientemente ha realizado varios estudios con veteranos de guerra. Los resultado han sido muy positivos: casi, la luz infraroja estimula la respiración mitocondrial en la neuronas mediante la donación de fotones que son absorbidos por la citocromo oxidasa, un proceso bionergético llamado fotoneuromodulación en el tejido nervioso. La absorción de energía luminosa por la enzima incrementa la actividad enzimática cerebral de la citocromo oxidasa y el consumo de energía. Este tipo de energía puede introducirse en las mitocondrias del cerebro de forma transcraneal y, independientemente de los electrones derivados de los sustratos de los alimentos, puede estimular directamente la actividad de la citocromo oxidasa. Es decir: podemos “recargarnos” con la luz!
Una vez “recargados”, debemos poner canalizar esta energía adecuadamente. La estimulación eléctrica transcraneal es una técnica avanzada que estimula una parte específica del cerebro, según sea necesario, y según los resultados que pretendemos lograr. Y no, no se trata de administrar descargar eléctricas dolorosas, como hemos visto en la películas. De echo, esta tecnología utiliza baterías como las que tenemos en casa. Usando estas técnicas, podemos estimular áreas específicas del cerebro para facilitar el aprendizaje de cosas nuevas, asegurar una mayor tolerancia a la fatiga física, incrementar la fuerza de voluntad para abandonar un mal hábito o inducir la recuperación de una lesión cerebral. Los resultados son increíbles. Imagina que decidimos a aprender a tocar el piano. La estimulación eléctrica transcraneal reduce el “esfuerzo” de entre el 8% y el 12%; es decir, aprendemos entre un 8% y un 12% más rápido. Imagina entrenando en el gimnasio: los resultados son similares. Uno se siente menos cansado, y aumenta el rendimiento físico. Actualmente, algunos equipos Olímpicos están usan estas técnicas, y se han establecido varios comités diferentes para evaluar si estas técnicas pueden considerarse como “dopaje”. La Universidad de Harvard, esta actualmente probando estas técnicas con un alto grado de éxito para patalogías donde todos los demás convencionales, terapias, como la meditación, han fallado. Una combinación de estas técnicas ha demostrado ser un importante paso en el alivio de los síntomas de enfermedades para las cuales todavía no existe cura (como el Alzheimer y el Parkinson), y también ha sido eficaz en la migración de la fatiga crónica, las condiciones de estrés y depresión.
¿Quién no diría que recargarse de vez en cuando no es útil?
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