Estas son las verduras de temporada que debes incluir en tu dieta de primavera

Consumir los alimentos que la naturaleza nos ofrece en cada estación del año tiene grandes beneficios tanto para la salud como para el planeta.

El 22 de abril se celebra el Día Internacional de la Madre Tierra para recordar a la sociedad la importancia de cuidar y respetar nuestro planeta y poner el foco de atención en la relación de interdependencia existente entre todos los seres vivos y el medioambiente. La manera más sostenible y saludable de sumarse a esta reivindicación y minimizar nuestra huella ecológica es apostar por una dieta basada en alimentos de temporada y, siempre que sea posible, de proximidad. De esta manera, nos aseguramos de que mantengan intacto su sabor, frescura y valor nutritivo, evitamos la contaminación derivada del transporte de mercancías y reducimos el consumo energético que supone la conservación en frío. 

Porque, en cada estación del año, el organismo tiene unas necesidades determinadas y la naturaleza pone a nuestra disposición los nutrientes más apropiados para cubrirlas. Durante los meses fríos, pasamos poco tiempo al aire libre, llevamos un estilo de vida más sedentario y consumimos alimentos densos y pesados que nos ayudan a calentarnos y combatir las bajas temperaturas. Esto hace que el cuerpo acumule un exceso de grasas y toxinas, lo que puede causar fatiga, dolores de cabeza, problemas digestivos, un estado de ánimo bajo y, en general, un sistema inmunitario debilitado. Todos estos factores provocan que nuestra energía vital se estanque, impidiendo que los órganos trabajen a su nivel óptimo. 

Pero con la llegada de la primavera, las horas de sol van aumentando de manera gradual y el organismo comienza a activarse. Para sintonizarnos con los ciclos de la naturaleza, debemos adaptar nuestra dieta a los cambios que conlleva la nueva estación y empezar a prepararnos para el calor veraniego. Para la Medicina Tradicional China, la primavera representa el renacimiento y la renovación y se asocia a la infancia, la etapa de la vida en la que crecemos más rápidamente y en la que disponemos de un mayor caudal energético. De ahí que sea el momento perfecto para incluir en la dieta alimentos que ayuden a los mecanismos naturales de depuración del organismo a eliminar las toxinas y las grasas acumuladas en el invierno. Por eso, no es de extrañar que el hígado sea el órgano dominante de esta estación y fortalecerlo ahora determinará la salud física, mental y emocional que tendremos el resto del año. 

Las verduras de primavera, como el apio, las alcachofas, las cebollas, los espárragos, las espinacas, la lechuga, los rábanos, los nabos, el brócoli, la col rizada, las acelgas, el ajo o el puerro, aceleran los procesos depurativos del cuerpo, mejoran la digestión, fortalecen el sistema inmunitario, incrementan la energía, aumentan la concentración y la memoria y favorecen tanto el descanso como la pérdida de peso.  

Para saber más sobre el Programa Advanced Detox de SHA, Pincha aquí