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SHA Magazine Salud y belleza
¿Qué es la salud intestinal? ¿Por qué es buena para el bienestar general? ¿Cuál es el papel de la microbiota? ¿Por qué el estrés afecta tanto a nuestro estómago? ¿Cómo mejorar nuestras digestiones?
A todas estas preguntas y algunas más responde la Dra. Ámina Alani, experta en salud digestiva de SHA Wellness Clinic.
Es aquella que garantiza un correcto funcionamiento de nuestro tracto digestivo y, por ende, una correcta digestión que facilita el aporte de nutrientes al organismo, así como la excreción de desechos generados. También garantiza el equilibrio de la microbiota, que tiene importantes funciones en nuestro organismo: energéticas y metabólicas, papel protector ante otros gérmenes patógenos y su sobrecrecimiento en el intestino, fortalecedor del sistema inmunitario, etc.
El aparato digestivo está interconectado con el resto del organismo, especialmente con el sistema nervioso central y el sistema inmunitario, por lo que una buena salud digestiva se refleja en una buena salud general. Me gusta decir que el aparato digestivo es como un “equilibrador” del organismo.
Se puede definir la microbiota como el conjunto de los microorganismos presentes en un entorno definido del organismo. En este caso, a la microbiota situada en el tracto intestinal, por ejemplo, se la denominará microbiota intestinal.
En primer lugar, tiene una actividad metabólica y digestiva. También posee un papel protector frente a los patógenos y es un factor decisivo en el desarrollo y maduración del sistema inmune.
En general, llevando un estilo de vida saludable. Debemos aumentar el consumo de alimentos prebióticos y probióticos, aprender a gestionar el estrés, hacer ejercicio, favorecer un descanso adecuado y promover la lactancia materna, entre otros hábitos saludables.
Los alimentos antiinflamatorios y no irritantes para la mucosa digestiva contribuyen a mantener un intestino saludable y, por tanto, una buena salud. Verduras, ajo, cebolla, espárragos, frutas, cereales, legumbres, semillas o aceite de oliva no deberían faltar en nuestra dieta.
Uno y otro son su propio reflejo. Un mal intestino propicia un débil sistema inmune, y viceversa. El efecto por lo tanto es en doble sentido: la afectación de uno conlleva la afección del otro.
Podemos considerar esta zona como nuestro segundo cerebro. Nuestras emociones o pensamientos están comunicados con el intestino. En la actualidad se habla del eje intestino-cerebro por estas implicaciones. Nuestro estado emocional influye sobre nuestra salud digestiva y viceversa.
El alcohol y los medicamentos pueden irritar la mucosa intestinal y producir desequilibrio en la microbiota intestinal (disbiosis). Entre los factores que afectan al microbioma de nuestro sistema digestivo, los científicos resaltan el papel que juegan los fármacos. La ingesta de medicamentos como los antibióticos, los laxantes, las hormonas femeninas, los antidepresivos o los antihistamínicos altera la composición de la microbiota intestinal. En cuanto al café, hay estudios que hablan de un efecto positivo sobre la microbiota intestinal, ya que tiene un efecto prebiótico. El café contiene fibra soluble del tipo de arabinogalactanos y galactomananos, principalmente.
En SHA Wellness Clinic somos conscientes de las consecuencias que tiene sobre nuestra salud el cuidado del tracto intestinal y por eso hemos creado un área específica donde tratamos de ofrecer un servicio innovador y multidisciplinar de prevención, orientación y tratamiento de trastornos que impliquen un desequilibrio digestivo y de la microbiota, así como de los diversos trastornos psicológicos y orgánicos que generan estas disfunciones.
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