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SHA Magazine Salud y belleza
La felicidad depende principalmente de ti, y de tu forma de ver las cosas. Nace desde tu interior, por lo que no depende de lo que otros hagan. Todos poseemos un increíble potencial para ser felices, por ello te presentamos una serie de consejos sencillos para conseguirlo:
Aquellas personas que dan las gracias por lo que tienen y por lo que les sucede, tienen más energía y experimentan emociones positivas con mayor frecuencia.
Los pensamientos positivos ayudan a afrontar situaciones y conseguir la realización personal. Cuanto más lo practiques, más sencillo te resultará.
Por muy bien que te vaya, siempre habrá alguien que te supere. Aquellos que centran su atención en las comparaciones se sienten amenazados e inseguros porque no valoran lo positivo de lo propio sino que se centran en la felicidad de lo ajeno.
Está demostrado que pensar demasiado reduce la capacidad de resolver problemas, interfiere en la iniciativa y empeora la tristeza. Uno de los secretos para alcanzar la felicidad es la capacidad de aplacar los pensamientos negativos y focalizar en otros más optimistas.
Ser amable no sólo conlleva mayor satisfacción para quien la recibe sino también para quien la practica. Aumenta la felicidad, autoestima, dominio y control personal.
Aquellos que han soportado pérdidas o traumas, afrontan nuevas situaciones con una perspectiva más positiva. La clave es encontrar el lado positivo a la situación y buscar apoyo social.
Perdonar es algo que haces por ti y para ti, no por la persona que te ha hecho daño. El resentimiento y la preocupación, a largo plazo, solo sirve para hacerte más daño.
Es habitual convencernos de que mañana será mejor que hoy y que lo más importante ocurrirá en el futuro. Sin embargo, uno de los principales ingredientes de la felicidad es vivir el día a día y disfrutar de las pequeñas experiencias positivas de la vida.
Las relaciones sociales y la felicidad están conectadas de manera recíproca, por lo que si hoy comienzas a cultivar tus relaciones, sembrarás el don de las emociones positivas.
Fluir nos hace dirigir toda nuestra atención en las tareas que tenemos entre manos, disfrutar de las actividades y tener la sensación de control de uno mismo. Aprende a fluir en todo lo que haces y concentrarte en el presente.
Muchos estudios han demostrado que tanto la práctica de la espiritualidad como la oración originan gratitud, amor, compasión, alegría, esperanza…que contribuyen a la felicidad.
Flexibilizar, quitarle importancia a las situaciones difíciles y reírse de uno mismo ayudan a tener una percepción más positiva. No tomes tan en serio todo lo que ocurre, ni a ti mismo. Actúa como una persona feliz, ya que simularlo no sólo te proporcionará algunas ventajas de la felicidad sino que puede efectivamente, hacerte más feliz.
Si encuentras a una persona feliz, lo más probable es que detrás de ella halles un proyecto. Aquellos que se esfuerzan en conseguir algo que para ellos es importante son mucho más felices que los que no tienen sueños.
Evalúa y mide tu grado de felicidad con este Test de Oxford creado por Peter Hills y Michael Argyle. Indica en qué medida estás/no de acuerdo según la escala del 1-6, siendo 1 totalmente desacuerdo y 6 totalmente de acuerdo.
Calcula tu puntuación
1: Invierte la puntuación obtenida en los elementos marcados con X (si tienes un 1, cámbialo por 6, un 2 por 5, el 3 por 4, el 4 por 3, el 5 por 2 y el 6 por 1).
2: Suma las puntuaciones de los veintinueve elementos.
3: Puntuación: Total (paso 2) dividido entre 29. La puntuación más alta es un 6 y la más baja un 1.
Ahora que conoces estos 13 consejos para ser feliz ¡practícalos y disfruta de la vida en plenitud!
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