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SHA Magazine Salud y belleza
El rostro es seguramente la parte de nuestro cuerpo que más cuidamos ya que todos queremos tener una cara perfecta. El mayor temor tanto de hombres como mujeres es la flacidez facial. Por ello hoy te animamos a descubrir los hilos tensores, o hilos mágicos, una técnica sin cirugía para obtener un rostro bien definido.
Los hilos tensores son uno de los numerosos tratamientos estéticos non invasivos que existen. Se trata de un procedimiento seguro, rápido y sobre todo sin incisiones, que estimula los tejidos internos para reafirmar la piel y corregir la flacidez. De esta manera, el óvalo facial queda más firme y la piel del cuello más tensa. El interés principal de esta técnica es que favorece la formación de colágeno, una sustancia que se encuentra en la dermis de forma natural y es responsable de la firmeza de nuestra piel, pero que por desgracia disminuye con el paso del tiempo provocando cierta flacidez. El resultado que se obtiene con los hijos mágicos es una piel más elástica y brillante, de manera totalmente natural.
Además de ser rápida, la implementación de los hilos tensores es sobre todo indolora. El primer paso es practicar una anestesia tópica local para introducir, con la ayuda de pequeñas agujas,entre 10 y 20 mini hilos tensores por sesión, bajo la dermis. De esta manera, se teje una especie de malla que sujete el tejido facial. Los hilos utilizados no producen ningún tipo de alergias o rechazos.
Una vez insertados, se crean muy pequeñas lesiones tisulares alrededor de ellos que activan nuestras células, y crean tejido de soporte. De esta manera, se produce nuevo colágeno. Tardan unos 6-8 meses en ser reabsorbidos y son totalmente indetectables al palpamiento y a la vista. El tratamiento suele durar unos 30 minutos y no hace falta estar hospitalizado, al contrario del lifting quirúrgico. Los resultados naturales y progresivos se observan realmente después de 3-4 semanas y pueden durar incluso más de un año, según el individuo.
Esta técnica es perfectamente compatible con otros tratamientos estéticos no invasivos, como la toxina botulínica, la mesoterapia con vitaminas…
Otra ventaja: la técnica de los hilos tensores no solo se limita al rostro, también puedes recurrir a ella para devolver firmeza a tus brazos, glúteos, muslos… Además, es totalmente personalizada para cada paciente en función de la edad, fisionomía y grado de flacidez.
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