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SHA Magazine Salud y belleza
Sumergirse en una bañera de agua helada (-3º) no es agradable. De hecho, es desagradable y estresante. No le estamos descubriendo nada hasta aquí, pero si le decimos que es una terapia eficaz para desestresar quizás le empiece a sonar algo más novedoso.
“Las dosis bajas de estrés pueden ser beneficiosas porque desencadenan respuestas de adaptación que mejoran la resistencia y la capacidad de recuperación del organismo. El cuerpo se ve obligado a fortalecer sus sistemas de defensa y reparación en respuesta al estrés, lo que puede generar una mayor resistencia a futuros desafíos”, explica la doctora Mariel Silva, experta en Medicina Integrativa y Salud Digestiva de SHA Wellness Clinic.
Los baños helados siguen los principios de la hormesis, que es un fenómeno que relaciona el estimulo y su efecto de una manera distinta. “A pequeñas dosis un producto ocasiona un efecto favorable y a dosis más altas, podría ser nocivo. La homeopatía es una disciplina que se sustenta sobre este principio; mientras que la farmacología habitualmente lo hace sobre la cinética lineal (mayor dosis, mejor respuesta) en el llamado rango terapéutico”, explica el doctor Vicente Mera, responsable de la Unidad de Medicina Interna y Well-ageing de SHA Wellness Clinic.
La hormesis es un principio biológico que describe cómo las dosis bajas o moderadas de un agente estresante o toxico pueden tener un efecto beneficioso en un organismo, mientras que las dosis altas del mismo agente pueden ser perjudiciales.
“En otras palabras, se refiere a la respuesta adaptativa de un organismo a un estrés o desafío que, en cantidades bajas, puede desencadenar una respuesta positiva, como la mejora de la resistencia y la salud. Es un principio que se aplica en varios contextos, desde la biología y la medicina hasta la toxicología y la psicología. La idea central es que la exposición a un estrés o desafío, dentro de ciertos límites, puede inducir respuestas adaptativas y beneficiosas, lo que puede contribuir a su salud y resistencia en lugar de causar daño”, precisa la doctora Silva.
El doctor Mera cita algunos ejemplos de hormesis de la vida diaria: “Un breve titular de un periódico impacta, mientras que un artículo largo, si uno no es experto en el tema, normalmente aburre. No tomar una pequeña cantidad de sol puede ser perjudicial para la salud, pues eleva el riesgo de fracturas por osteoporosis; pero tomar mucho sol, también es nocivo porque puede provocar queratosis y melanoma maligno de piel”.
“Últimamente nos estamos dando cuenta de que pequeñas dosis de estrés tienen un efecto hormético que motiva, pero un estrés excesivo acaba ocasionando un bloqueo. Algo parecido ocurre con los jubilados, al dejar de tener estrés súbitamente, empiezan a perder interés por la vida y pueden entrar en depresión o desarrollar enfermedades físicas y mentales, incluyendo el envejecimiento acelerado. De tal manera que se recomienda no abandonar completamente la actividad laboral e ir paulatinamente disminuyendo las responsabilidades”, añade el doctor Mera.
Terapias basadas en el principio de la hormesis
Un entrenamiento físico moderado es un estrés para el cuerpo, pero desencadena adaptaciones positivas, como el fortalecimiento muscular y la mejora de la salud cardiovascular. Sin embargo, un exceso de ejercicio podría causar agotamiento, estrés crónico y lesiones musculares.
La exposición al frio en forma de baños helados es un buen ejemplo de cómo ciertas dosis de estrés pueden ayudar a combatir el estrés. “Cuando nos exponemos al frío de manera moderada y controlada, como en la terapia de contraste de agua caliente y fría, nuestro cuerpo responde activando una serie de mecanismos para mantener la temperatura corporal. Esta exposición moderada al frío desencadena respuestas adaptativas, como la activación del tejido adiposo marrón que quema calorías y regula la temperatura corporal. Además, mejora la resistencia al estrés en general. Sin embargo, una exposición excesiva al frío, como la hipotermia, puede ser peligrosa y dañina para la salud”, añade la doctora Silva.
La restricción calórica es otro ejemplo interesante de hormesis. Los estudios han demostrado que la restricción moderada de calorías en la dieta puede tener efectos beneficiosos para la salud y la longevidad, pues activa respuestas metabólicas y de reparación celular que mejoran la resistencia al envejecimiento y a ciertas enfermedades.
La doctora Silva asegura que existe evidencia científica sólida que respalda la idea de la hormesis en varios contextos. “En Biología y Medicina se han realizado estudios que demuestran cómo la exposición a dosis bajas de estrés, ejercicio moderado, restricción calórica y exposición al frío, pueden desencadenar adaptaciones beneficiosas en el organismo, entre ellas la mejora de la resistencia, la reparación celular y la longevidad. Por ejemplo, se ha encontrado que la restricción calórica en dosis moderadas puede aumentar la esperanza de vida en modelos animales y mejorar la salud metabólica en humanos”.
“En Psicología, se ha investigado la exposición al estrés psicológico controlado, como parte de la terapia de exposición en el tratamiento de trastornos de ansiedad. Los estudios han demostrado que la exposición gradual y controlada a situaciones estresantes puede reducir la ansiedad y fortalecer la resiliencia emocional”, añade Silva.
El doctor Mera cita a Paracelso, alquimista y médico suizo que vivió en el siglo XVI: “Nada es veneno y todo es veneno a la vez, la única diferencia está en la dosis”. Y agrega el doctor Mera: “El problema con el estrés como motivador está en encontrar la dosis que resulte positiva. Esto es muy difícil de valorar y faltan más estudios que corroboren esta hipótesis”.
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