Juegos de agilidad cognitiva: ¿Es posible mejorar la agilidad mental de forma lúdica?

Algunos juegos son un auténtico gimnasio para el cerebro. Tienen la capacidad de ponerlo en forma. Lo convierten en un órgano más ágil y rápido, más agudo y preciso. Estos juegos suelen suponer un desafío para el cerebro que debe salir de su zona de confort para superar los retos que le plantea el juego.

Los juegos de Preguntas y Respuestas como el Trivial son perfectos para poner a prueba la memoria y la capacidad de razonamiento. El ejercicio mental que hacemos con estos juegos consiste en navegar por nuestra memoria hasta encontrar la información que nos pide el juego. Por el camino se refrescan conocimientos y se adquieren otros nuevos. Todo sucede de forma lúdica, y si jugamos con otras personas entrenamos, además, las habilidades sociales, la paciencia y la conversación.

Existe una gran variedad de alternativas para practicar este tipo de diversión. Desde los totalmente analógicos y casi vintage como tableros de mesa hasta los juegos online o las apps. Sin embargo, los expertos creen que, para potenciar aún más el trabajo mental, se deben elegir juegos que potencien la colaboración con otras personas, en lugar de jugar en solitario con una pantalla.

Otros juegos que potencian la estimulación cognitiva son los crucigramas, los sudokus y otros pasatiempos que suponen un ejercicio mental muy completo, pues aceleran nuestros procesos mentales, agudizan nuestras facultades de razonamiento y entrenan la memoria. Además, nos ayudan a ampliar vocabulario, recordar nuevas palabras y a adquirir una mayor cultura general. Estos juegos fortalecen las conexiones neuronales y son unos grandes aliados para proteger al cerebro de enfermedades neurodegenerativas como el alzhéimer o la demencia. La clave está en ir aumentando el nivel dificultad de manera que el juego siempre signifique un reto intelectual a superar.

El ajedrez es otra sala de entrenamiento de alta gama para el cerebro. Engloba una gran variedad de habilidades y esfuerzos mentales.  Es una de las mejores actividades que podemos practicar para potenciar la inteligencia, la concentración y la atención. Su práctica mejora la profundidad de análisis y entrena diferentes mecanismos de cálculo, también favorece la creatividad y la habilidad de trazar estrategias y la toma de decisiones.  Todas estas características son muy relevantes para determinar el coeficiente intelectual de un individuo. En el estudio La relación entre la capacidad cognitiva y la habilidad ajedrecística, un metaanálisis exhaustivo (2016) realizado por el Dr. Alexader P. Burgoyne, se demostró que jugar ajedrez mejoraba el razonamiento fluido, la comprensión, la memoria a corto plazo y la velocidad de razonamiento.

Los puzles y rompecabezas mantienen la mente despierta. Al intentar armar uno de estos juegos se ponen en marcha estrategias de razonamiento, la memoria, la atención y la lógica. Estos juegos por si solos son capaces de potenciar la agilidad cognitiva, mejorar la memoria a corto plazo e, incluso, la reserva cognitiva.
Además, con su práctica se entrena la concentración y la capacidad de solucionar problemas en la vida real. Esto sucede porque estos juegos entrenan la memoria visual, la visión espacial y la imaginación, tres habilidades que continuamente necesitamos aplicar a otras esferas de la vida y que mantienen en forma nuestras capacidades cognitivas.

El dominó es otro gimnasio mental de primera categoría. Se trata de un juego de destreza y habilidad mental con una fuerte presencia de la matemática y la lógica que estimulan las conexiones neuronales y entrenan la agilidad cognitiva, la capacidad de asociación, la coordinación, la memoria y el lenguaje. Es un excelente ejercicio cognitivo que, lamentablemente, se considera un juego de personas mayores y jubilados pero que es útil en todas las edades.

Por último, los videojuegos se han rebelado como un entrenamiento excelente para el cerebro, pues nos ayudan a tomar decisiones rápidas, a desarrollar el pensamiento estratégico y a entrenar nuestra capacidad de reacción ante situaciones de incertidumbre. En 2015 la revista Nature publicó un estudio que demostró que el uso continuo y responsable de videojuegos podría incrementar la materia gris del cerebro, involucrada en procesos complejos que requieren una mayor velocidad y eficacia de procesamiento mental. Sin embargo, no todos los videojuegos tienen la capacidad de mejorar nuestras habilidades cognitivas, solo aquellos que nos obliguen a pensar de una manera diferente, más rápida y eficiente de lo que lo harías en tu vida cotidiana.