Suscríbete a nuestra newsletter
Reciba novedades y ventajas sobre salud y bienestar.
SHA Magazine Salud y belleza
Según los últimos estudios, los españoles pasamos una media de más de seis horas al día navegando en internet y el 80 % dedica casi dos horas diarias a sus perfiles en redes sociales. Como nos cuenta Cinthya Molina, psicóloga de SHA Wellness Clinic, “las nuevas tecnologías han cambiado la forma en la que nos relacionamos. La inmediatez y la accesibilidad han creado un mapa mental que se ejecuta también en la realidad, esto es, en lo que está fuera de las redes sociales”.
Los dispositivos electrónicos no son en sí mismos ni perjudiciales ni beneficiosos. Todo depende del uso, o del abuso, que hagamos de ellos. Porque, como todo en la vida, el secreto está en el equilibrio. Pasar demasiado tiempo en internet o en las redes sociales supone una sobreestimulación constante que afecta de manera muy negativa a nuestra salud mental. Como explica la experta, “el uso excesivo de las nuevas tecnologías disminuye nuestro contacto con el entorno, nos aísla. Y esa falta de socialización y afecto provoca ansiedad, angustia y trastornos afectivos. Además, puede generar una dependencia que se manifiesta con un aumento de la irritabilidad, la frustración y el enfado. Es decir, cursa con los síntomas clásicos del síndrome de abstinencia”.
Por eso no es de extrañar que, en los últimos años, pero sobre todo durante el confinamiento, cuando el consumo de contenidos digitales alcanzó máximos históricos, se haya producido un incremento muy significativo de los trastornos asociados a las pantallas. Son las llamadas tecnopatologías o enfermedades 2.0. Cinthya nos explica la tres más comunes:
–Nomofobia. Aparece cuando la tranquilidad y el bienestar dependen de llevar siempre el móvil encima. La sufre el 50 % de los usuarios y se agudiza cuando se olvida el móvil en casa, se agota la batería, no se tiene el cargador a mano o no hay cobertura.
–FOMO. Son las siglas en inglés de Fear Of Missing Out, o sea, el miedo a perderse algo de lo que pueda estar pasando en sus grupos o redes sociales. Esto provoca una gran ansiedad y angustia al pensar que no pueden conectarse cuando a ellos les gustaría.
–Apnea del WhatsApp. Es propia de quienes necesitan comprobar de forma compulsiva su móvil para ver si alguien se ha puesto en contacto. Las personas que la sufren miran constantemente el móvil, aunque no hayan recibido ningún mensaje nuevo, vuelven a leer los ya recibidos para interpretar si está en línea o por qué no han contestado. Esto genera estrés, ansiedad y un intenso estado de nerviosismo.
En definitiva, si cuando internet se cae, WhatsApp deja de funcionar, vas a un lugar donde no hay cobertura o el móvil se queda sin batería sientes una gran sensación de malestar o nerviosismo, tal vez haya llegado el momento de desconectar por un tiempo de las nuevas tecnologías. Aprovecha las vacaciones de verano para reconectar contigo mismo, con la naturaleza y con tus familiares y amigos. Tu salud mental te lo agradecerá.
Para saber más sobre cómo las nuevas tecnologías afectan a tu salud energética, Pincha aquí
Reciba novedades y ventajas sobre salud y bienestar.