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La menopausia: una montaña rusa que altera la resistencia a la insulina

SHA Wellness Clinic
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30 de diciembre de 2023

Durante la menopausia no dejan de pasar cosas en el cuerpo de la mujer. La caída de los estrógenos está implicada en muchos más procesos de lo que hace unos años se creía. Por ejemplo, un estudio realizado en la Universidad Texas ha desvelado que los estrógenos son cruciales en el mecanismo que disminuye la resistencia a la insulina y la producción de glucosa, de esta manera entre las mujeres en edad fértil hay una menor incidencia de diabetes tipo 2.

“Los estrógenos tienen muchas funciones a todos los niveles, cuando llega la menopausia aumenta el riesgo cardiovascular porque también se afecta la producción de colesterol y se desarrollan más dislipemias, cae la masa muscular y aumenta el riesgo de osteoporosis. También hay más riesgo de depresión y cambios a nivel sexual. La resistencia a la insulina va ligada a todo eso”, expone la Dra. Anna Baeza, coordinadora de servicios médicos y terapias naturales de SHA Wellness Clinic.

La deficiencia de estrógenos que llega con la menopausia se asocia con un aumento de la resistencia a la insulina y con una regulación defectuosa de la homeostasis metabólica, ambas circunstancias contribuyen al desarrollo de obesidad y diabetes tipo 2. Y se ha demostrado, tanto en modelos animales como humanos. Aunque la contribución exacta de la acción específica de los estrógenos a los cambios metabólicos aún está por dilucidarse.

Investigaciones recientes sobre la prevalencia de la diabetes tipo 2 revela importantes diferencias de género, especialmente una menor incidencia de la enfermedad en mujeres premenopáusicas. Los estudios clínicos en animales y humano han demostrado una fuerte correlación entre la deficiencia de estrógenos y la disfunción metabólica.

“Las mujeres premenopáusicas muestran una mayor sensibilidad a la insulina y una menor incidencia de diabetes tipo 2en comparación con los hombres de edad equivalente. Pero esta ventaja desaparece después de la menopausia con la homeostasis alterada de la glucosa, en parte debido a una reducción del estrógeno circulante”, escriben los autores en las conclusiones del estudio de la Universidad de Texas.

Para modular el impacto en el metabolismo de la caída de estrógenos propia de la menopausia hay que llegar a esa etapa de la vida con una masa muscular bien construida que proteja al hueso y mantenga el equilibrio metabólico, opina la Dra. Anna Baeza de SHA Wellness Clinic. “Hay que trabajar en la construcción de masa muscular durante la juventud porque luego con los cambios hormonales de la menopausia y la andropausia va a ser más complicado. Es importante llegar con buenos hábitos de vida a esas edades, con una rutina de ejercicio establecida será más fácil mantener la masa muscular”.

La Dra. Baeza expone que con la caída de estrógenos es inevitable la reducción de la masa muscular, excepto si se ejercita y se sigue construyendo con sistematicidad. Por otra parte, hay otro factor que complica la situación que es la tendencia a acumular grasa, en el caso de las mujeres en la zona abdominal, sobre todo grasa visceral que se asocia a la resistencia a la insulina. “No es la edad lo que determina el aumento de la resistencia a la insulina sino los cambios hormonales propios de la menopausia, haber descuidadola composición corporaly, en consecuencia,enfrentar la caída de estrógenos con un desequilibrio entre la grasa y el músculo del cuerpo”, apunta.

Además de cuidar tu masa muscular con una vida activa y la práctica sistemática de ejercicio de fuerza hay otros cambios nutricionales que pueden ayudar a reducir la resistencia a la insulina.

Entre ellas, minimizar la ingesta de hidratos de carbono, e intentar que si se toman  sean integrales y ricos en fibra, pues proporcionan una mayor sensación de saciedad, ayudan al buen tránsito intestinal y reducen los niveles de colesterol en sangre.

Es interesante incorporar grasa vegetal a la dieta(aguacates, aceitunas, frutos secos como las nueces, las almendras, las avellanas, etc., semillas como las de lino, de sésamo, de caña, de chía, etc., siempre molidas), pipas de girasol, de calabaza, aceites vegetales de primera presión en frío, de oliva, de coco, etc.
Se recomienda la proteína animal, pero de modo variado y combinadas con la proteína vegetal de las legumbres (lentejas, garbanzos, habas, guisantes, judías, soja), los frutos secos y los cereales integrales.

Los vegetales de hoja verde también son una buena fuente de proteína. Si se toman combinados con cereales o legumbres se aporta la cantidad necesaria de aminoácidos esenciales que el organismo necesita. Es aconsejable hidratarse bien y tomar al menos un litro y medio de agua diario.

Se recomienda que la última comida del día se haga como mínimo tres horas antes de ir a la cama. Por último, masticar bien los alimentos y practicar la alimentación consciente. Disfruta lo que comes, y saborea los alimentos. Todo ayuda para construir masa muscular y mantener a raya la resistencia a la insulina.

 

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