Los beneficios de la estimulación cognitiva

SHA dispone de dos revolucionarias tecnologías que permiten mejorar y fortalecer las conexiones neuronales

Dedicarle entre 15 y 20 minutos diarios a la lectura, resolver crucigramas y sudokus, escribir a mano o hacer ejercicios de memoria, como intentar recordar los números de teléfono que tenemos en la agenda del móvil, son actividades muy eficaces para entrenar el cerebro. Como nos cuenta Bruno Ribeiro, responsable de la Unidad de Desarrollo Cognitivo y Estimulación Cerebral de SHA Wellness Clinic, “el objetivo principal del entrenamiento cerebral es fortalecer las conexiones entre las neuronas. Imaginemos que vamos de excursión a la montaña y empezamos a caminar por un terreno casi virgen. Con cada pisada que damos, creamos un sendero que, al principio, es pequeño y estrecho. Pero al volver a recorrerlo, este incipiente camino se va marcando y alargando cada vez más hasta que, después de pasear varias veces por la misma ruta, la senda se convierte en una carretera. Exactamente así funciona la memoria y así es como se entrenan las capacidades cognitivas”.

La reserva cognitiva es un concepto que hace referencia a la capacidad que tiene el sistema nervioso central de hacer frente al deterioro cognitivo. Es una especie de hucha de las funciones cognitivas y, cuanto más llena esté, mejor responderá el cerebro al proceso de envejecimiento y a las enfermedades neurodegenerativas. Bruno confirma que “hay varios estudios que avalan la importancia de la reserva cognitiva. Uno de los más relevantes se realizó hace casi cuatro décadas con unas monjas de clausura que presentaban una longevidad muy alta, con una media de edad de más de 80 años, y una incidencia de enfermedades neurodegenerativas muy baja. La mayoría de las religiosas eran o había sido profesoras, tenían un nivel educativo alto y dedicaban una buena parte de su jornada a la lectura y la escritura. Es decir, se mantenían activas mentalmente. Además, las hermanas donaron sus cerebros a la ciencia para que fueran analizados cuando fallecieran y los resultados fueron sorprendentes. Se descubrió que en el cerebro de muchas de ellas existían indicios evidentes de deterioro cognitivo, pero que, gracias a su gran reserva cognitiva, los síntomas eran mínimos”.

Estimulación cognitiva estilo SHA

Además de los retos y desafíos intelectuales que todos podemos hacer para entrenar el cerebro, SHA cuenta con dos tecnologías de estimulación cognitiva pioneras, desarrolladas por la NASA y la Universidad de Harvard. Por un lado, la fotobiomodulación cerebral que, como explica el doctor Ribeiro, “consiste en aplicar diodos de luz infrarroja con diferentes longitudes de onda en áreas específicas del cerebro, lo que permite acelerar y reequilibrar los procesos de recuperación celular, incrementar la oxigenación de las células cerebrales y estimular y reparar su síntesis. De esta manera, conseguimos aumentar las capacidades cognitivas, el rendimiento general del organismo, los niveles de energía y el estado de ánimo. Por otro, la estimulación eléctrica transcraneal, un innovador tratamiento en el que se emplea un casco inalámbrico equipado con 39 electrodos que registran y evalúan la actividad eléctrica del cerebro en tiempo real y que emite leves descargas de una corriente de muy baja intensidad en el tejido cerebral. Así, podemos modular su funcionamiento y reequilibrar los impulsos bioeléctricos. Esta tecnología mejora la plasticidad cortical y el rendimiento cognitivo y es muy eficaz en la rehabilitación de traumas neurológicos y accidentes cerebrovasculares”.

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