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SHA Magazine Nutrición saludable
¿Por qué no llevar la alimentación a otro nivel? ¿Por qué no elevarla a los límites de la mente? ¿Por qué no convertir un plato en una experiencia integral? Esto es exactamente lo que propone el mindful eating, la alimentación consciente.
Se trata de una práctica que tiene su origen en el budismo zen y popular por su poder relajante y como una estupenda forma para ayudar a cambiar los comportamientos alimenticios. Así, la alimentación consciente se está incorporando a los programas de variación de malas rutinas junto a los propios cambios de comportamiento dietéticos recomendados.
“Mindful eating es ser más consciente de los alimentos que comemos y de nuestros hábitos alimenticios. Es observar, en lugar de juzgar, cómo la comida y la bebida te hacen sentir. También es aprender a estar en calma y sentir el momento. Entonces puedes recibir completamente las señales que tu cuerpo te está diciendo sobre el gusto, la satisfacción y la plenitud”, explica Melanie Waxman, experta en Nutrición de SHA Wellness Clinic.
Lo más importante es comer relajado. Esto significa respirar, adquirir conciencia, centrarse en la sensación, generar el ambiente adecuado para comer, saber administrar nuestro tiempo, ser conscientes de las partes de nosotros mismos que estamos llevando a la mesa…
Debemos sentarnos en la mesa plenamente conscientes de la experiencia que vamos a vivir, respirar lentamente y focalizados, sin nuestra atención dispersa en otros pensamientos u observaciones.
“Se trata de masticar bien cada bocado y ver cómo nos hace sentir. Disfrutar del aspecto visual del plato, los aromas, las texturas, los sonidos, el tacto, el sabor… Elegir ingredientes de calidad que proceda directamente de la tierra en lugar de ser procesados en una fábrica. Apreciar lo que comemos y reconocer el valor de la comida”, relata Melanie Waxman.
El propio concepto “mindful” ya nos indica cuál es la base de un término que tiene su origen en el mindfulness, la conciencia plena. Propone una nueva relación con la comida añadiendo un aspecto mental, sentir cada uno de los procesos que incluye la alimentación: desde la preparación del plato hasta su poder saciante.
“Expresamos gratitud y amor por todos los aspectos que envuelven el proceso, todas las etapas de crecimiento de los ingredientes en el sol, la lluvia, el viento, el suelo, las aves, los insectos… Y por todo el cuidado que el chef ha puesto en la preparación de la comida”, añade la experta de SHA Wellness Clinic.
La alimentación consciente incluye una profunda reverencia por nuestro mundo natural y busca utilizar alimentos locales, de temporada y orgánicos tanto como sea posible. Se valora la calidad de la comida.
“SHA Wellness Clinic ha creado el entorno más bello para disfrutar de las comidas. También alentamos a los huéspedes a comer despacio, respirar profundamente, sentirse tranquilos y desarrollar un placer duradero en torno a la experiencia gastronómica”, explica Melanie Waxman.
El mindful eating nos puede enseñar a comer en un estado relajado en lugar de estresado. Incluso si ingerimos los alimentos más saludables, comerlos rápidamente nos puede crear un estado de estrés que afecta a la forma en cómo digerimos, absorbemos y quemamos calorías.
“La alimentación lenta y relajada aumenta la sensación de placer. Podemos disfrutar más plenamente de la experiencia de la hora de comer y sentirnos nutridos y calmados. La alimentación consciente ayuda a reducir las calorías y perder peso. Es empoderador, ya que tienes el control de tu ingesta de alimentos”, asegura Melanie Waxman.
Los beneficios del mindful eating son múltiples: reduce el estrés, aumenta el disfrute por la comida, facilita la digestión, reduce las calorías, ayuda a perder peso, no tienes sensación de pesadez y abotargamiento, controlas la comida en lugar de que ella te controle a ti, disfrutas del momento, no tienes ansiedad por comer…
“El mindful eating es una práctica que requiere un compromiso con el cambio de comportamiento similar al necesario para cualquier dieta o plan de alimentación. En el núcleo de una dieta está la necesidad de prestar atención”, sugería un reciente trabajo de la Asociación Americana de Diabetes.
Es importante reiterar que el principal beneficio de la alimentación consciente no es la pérdida de peso. Sin embargo, es muy probable que las personas que se entreguen a su práctica pierdan peso o se mantengan alejadas de la obesidad.
“La alimentación consciente alienta a confiar en nuestras propias decisiones en lugar de estar restringidos por reglas sobre qué y cuándo comer. La atención plena anima a los practicantes a vivir plenamente en cada momento y apreciar su vida tal como es”, añadía el trabajo referido.
Nunca es tarde para comer mejor, para llevarlo a una experiencia absolutamente plena que una cuerpo y mente. “Todos podemos beneficiarnos de una alimentación relajada y es muy bueno enseñar a los niños pequeños esta rutina sencilla”, resume Melanie Waxman.
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