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SHA Magazine Salud y belleza
Aunque el característico bronceado veraniego nos sigue pareciendo un ideal de belleza deseable, lo cierto es que es la respuesta del organismo a una agresión externa. Cuando la piel se siente atacada por la exposición prolongada a la radiación ultravioleta, se defiende aumentando la síntesis de melanina, que es el pigmento responsable del color de la piel y el cabello. Así, evita que esta se queme y que el ADN celular se dañe. Por eso, y como nos recuerda Bárbara Dalbos, experta en Medicina Estética de SHA Wellness Clinic, “el único moreno seguro y saludable es el que se consigue con la aplicación de autobronceadores”.
Los expertos estiman que la exposición solar es el factor de riesgo principal en la aparición de melanomas y otros cánceres de piel, además de provocar el 80 % de los signos de envejecimiento. El problema es que la mayoría de la sociedad sigue percibiendo el bronceado como algo atractivo y, este verano, las playas y piscinas se llenarán de personas que quieren lucir un moreno uniforme y luminoso. Para minimizar los riesgos durante el proceso, la doctora nos da las pautas a seguir.
Antes
Es fundamental que la piel llegue en perfectas condiciones a los primeros días de exposición solar. Por eso, una semana antes, es esencial realizar una exfoliación facial y corporal. De esta manera, eliminamos las células muertas, las partículas de contaminación, las toxinas, la suciedad y demás impurezas acumuladas en los poros, lo que favorece la correcta oxigenación, fortalece la función de barrera y revitaliza la piel. Además, la exfoliación mejora el grado de penetración de los activos aplicados a continuación y suaviza la superficie, lo que permite conseguir un bronceado uniforme. Bárbara recomienda el tratamiento Clear & Brilliant, “que se realiza con un láser de diodo microfraccionado y muy suave, que elimina las células muertas, cierra los poros, mejora la textura y la luminosidad y no necesita periodo de recuperación”.
Durante
Los filtros solares de amplio espectro, que protegen tanto de los rayos UVA como de los UVB, son los mejores aliados para evitar los efectos nocivos del sol. Pero, como advierte la doctora, “la aplicación del fotoprotector es tan importante como la fórmula utilizada. Para que no pierda eficacia, hay que aplicar dos miligramos de crema por centímetro cuadrado de piel, lo que corresponde al tamaño de una pelota de ping-pong para todo el cuerpo. Además, es fundamental reaplicarlo cada dos horas, después de cada chapuzón y siempre que se practique ejercicio”.
Después
Una vez finalizadas las vacaciones, es el turno de ayudar a la piel a regenerarse y repararse y minimizar los daños causados por el sol. Para ello, Bárbara recomienda dos tratamientos: “La luz pulsada estimula la piel y es muy eficaz para combatir las manchas solares, las lesiones vasculares y la pérdida de elasticidad. Por otro lado, el tratamiento Dual Fraxel, que se realiza con un láser microfraccionado, elimina los daños de origen solar”.
Si quieres más información sobre los tratamientos de la Unidad de Estética Avanzada de SHA, Pincha aquí
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