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Roncar es el nombre común con el que conocemos a lo que clínicamente se denomina estertores. Es uno de los problemas respiratorios que pueden producirse durante el sueño, y consiste en un flujo deficiente de aire en las vías respiratorias superiores.
No es solamente un simple y molesto problema de sonido para quien comparte cama con quien lo padece o incluso los vecinos, sino que puede estar vinculado con otros problemas de salud más graves, como la apnea del sueño, hipertensión arterial o problemas cardíacos.
En caso de padecer esta condición y si además tenemos otros síntomas como dolor de garganta, somnolencia o cansancio durante el día, hipertensión arterial, dolores de cabeza al despertar, dificultad para concentrarnos o si nos despertamos en mitad del sueño con sensación de ahogo, lo primero es consultar a un médico. Un especialista del sueño valorará si padecemos de apnea obstructiva del sueño y podrá determinar que tratamiento médico es el más indicado.
Por otro lado, las causas de los ronquidos pueden ser otras, tales como anatómicas, un tabique nasal desviado, un paladar engrosado por sobrepeso o exceso de líquidos, el consumo de alcohol… El sexo masculino o la edad son además factores que influyen notablemente, así como la postura en la que dormimos.
Como vemos, podemos influir en algunos de los factores mencionados de una manera más o menos sencilla. Para aquellas personas que roncan cuando duermen boca arriba, lo mejor es colocar almohadones en su espalda cuando se encuentran acostados de lado o incluso coser una pelota pequeña, tipo tenis, en la espalda del pijama, tal y como recomienda la Asociación Americana del Sueño, con el fin de impedir la postura de cubito supino.
El consumo de alcohol es una de las causas más importantes en el empeoramiento de los ronquidos. Si padeces un problema de adicción, te recomendamos que visites cuanto antes un especialista y un consultor nutricional, con el fin de que ambos te ayuden a superar tanto la adicción como los ronquidos.
Una nariz taponada es un factor importante a la hora de roncar. Si estamos resfriados y tenemos la nariz taponada, podemos hacer uso de un spray nasal con agua de mar que ayude a limpiar las fosas nasales antes de acostarnos y con regularidad a lo largo del día. Esto también ayudará a aliviar el enfriamiento antes. Si el problema es de sinusitis crónica, lo más importante es eliminar por completo el consumo de productos lácteos y aplicar un emplasto de daikon fresco rallado en la zona de las fosas paranasales, es decir: entrecejo, parte superior de las cejas y laterales de la nariz. Este tratamiento se lleva a cabo durante unos 30 minutos. Realizar esta aplicación tres veces por semana durante dos semanas o hasta sentir mejoría. En caso de tener el tabique desviado puedes también consultar con un cirujano especializado.
En caso de padecer sobrepeso es fundamental seguir una dieta de adelgazamiento con muchas verduras, entorno a un 60% de tu alimentación diaria, mejor si están ligeramente cocinadas, ya que un exceso de alimentos crudos no contribuirá a mejorar la situación. Prueba a utilizar técnicas culinarias como vapor o escaldado para las ensaladas de hojas verdes, especialmente durante la temporada de invierno y limita el consumo de fruta a una pieza al día. Demasiadas ensaladas o frutas en invierno van a enfriar el organismo y en vez de ayudarte a perder peso, contribuirán a que los tejidos de tu paladar se reblandezcan y vibren más con el paso del aire. También deberías evitar el consumo de proteína animal por la noche, ya que no contribuye a un sueño relajante y reparador.
Por último, uno de los tratamientos que encuentro más eficaces para el tratamiento de los estertores es el de las compresas de jengibre aplicadas en la zona de los riñones y que os enseñaré a preparar en el proximo post.
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