Plantas medicinales para promover la salud y el bienestar: Explorando sus propiedades curativas

Al principio fue la intuición: nuestros antepasados descubrieron la utilidad para la salud de muchas plantas con el método ‘prueba y error’. Toda la sabiduría que nos ha llegado a través de varias generaciones, guardada en cientos de volúmenes antiguos, está llena de aciertos y equivocaciones, y de la voluntad de los que dedicaron su tiempo a registrar los usos medicinales de las plantas.

Afortunadamente, en nuestros tiempos se ha estudiado la compleja estructura orgánica y el verdadero potencial curativo de muchas plantas. Se conocen sus principios activos, sus indicaciones y sus posibles efectos secundarios y, en muchos casos, se ha podido constatar que las propiedades atribuidas a las especies vegetales a lo largo de la historia no eran solo fruto de la intuición.

Incluso, la Organización Mundial de la Salud ha definido exactamente qué es una planta medicinal. Según la OMS, es “aquel vegetal que contiene principios activos secundarios capaces de prevenir, paliar o curar una enfermedad”.

Para muchos expertos el éxito del poder medicinal de una planta radica en saber usarla. Las plantas medicinales suelen clasificarse en función de sus propiedades: digestivas, diuréticas, protectoras de la función hepática, etc. Pero una misma especie puede tener distintos efectos sobre el organismo dependiendo de cómo la utilicemos, en qué dosis y en qué formulaciones.

Todas las plantas medicinales no son útiles, de hecho algunas pueden ser tóxicas, y hay que saber distinguirlas. En España el Ministerio de Sanidad ha regulado mediante una orden el uso de las plantas y ha clasificado aquellas que son peligrosas para el consumo humano.

Especialmente, si vamos a alternar el consumo de principios activos vegetales con la ingesta de fármacos se debe consultar antes con el médico si ambos tratamientos son compatibles. Las plantas medicinales también pueden desencadenar efectos adversos en las mujeres embarazadas y durante la lactancia. Tampoco es conveniente sustituir la medicación indicada por un especialista por plantas. En muchos se trata de un complemento útil para mejorar molestias y síntomas de manera natural. En cualquier caso, el uso de estas plantas es aconsejable siempre que sea compatible con nuestra situación personal, y siempre que contemos con la aprobación médica.

Algunas de las plantas medicinales más conocidas son:

Manzanilla

Sus orígenes están en Europa, Oriente Medio e India. Es la planta medicinal por excelencia y una gran aliada para mejorar las digestiones lentas y difíciles. Un uso menos conocido de la manzanilla es su efecto antiinflamatorio en las encías y las heridas. Tiene principios activos antibacterianos y un efecto relajante.

Jengibre

Sus propiedades son casi infinitas: antivirales, antibacterianas y antiparasitarias. Es muy útil para combatir problemas digestivos que cursan con náuseas y vómitos. Igualmente, es una buena opción para disminuir la inflamación y el dolor causados por la menstruación.

Tomillo

Antiséptico y antioxidante. Útil para mejorar la digestión y aliviar los problemas respiratorios. Además, sus propiedades tonificantes son útiles para la piel y el cabello. Es una de esas plantas con contraindicaciones bien establecidas, por ejemplo, no se recomienda su consumo en exceso para personas con problemas cardíacos, úlceras o problemas digestivos crónicos. Tampoco se aconseja durante el embarazo y el periodo de lactancia.

Aloe vera

Hace magia con las quemaduras y las marcas en la piel. Es útil para reducir las manchas e hidratar la piel, especialmente tras tomar el sol. A nivel sistémico es una planta que fortalece el sistema inmunitario y mejora la digestión.

Diente de león

Sus principios activos son diuréticos y desintoxicantes. Es un buen depurador natural con un potente efecto detox en el cuerpo. Mejora los problemas hepáticos y renales. Su ingesta está contraindicada para las mujeres embarazadas.

Ginseng

Es literalmente un chute de energía. Muy útil para combatir la fatiga y mantenernos activos. Estimula las funciones mentales y mejora la concentración. Por si fuera poco, protege el sistema cardiovascular, mejora la actividad circulatoria, reduce la tensión arterial y ayuda a controlar la frecuencia cardíaca.

Lavanda

Sus propiedades calmantes son muy conocidas. Se usa para aliviar las heridas y las quemaduras. Tiene probadas propiedades cicatrizantes y sedantes.

Ajo

No es solo un condimento útil en la gastronomía, su efecto sobre el sistema inmunológico está bien documentado en la bibliografía médica. Además, estimula la circulación sanguínea, es antioxidante y tiene propiedades antibacterianas. Es una de las mejores opciones naturales para evitar las infecciones por virus.

Menta

Una planta aromática con grandes propiedades medicinales: mejora la digestión, reduce los gases y que tiene efecto analgésico y antiséptico. Se suele indicar en casos de congestión nasal e irritaciones de garganta.

Laurel

Clasifica como una planta medicinal antiinflamatoria y antirreumática. Se utiliza especialmente para tratar esguinces y dolores en los que está involucrado el nervio ciático. También es eficaz para reducir la inflamación local de picaduras de insectos. Suele emplearse en su formulación en aceite que se frota en la zona afectada.

Ortiga

Esta planta tiene un efecto analgésico y se emplea para combatir tratamientos de dolores por artritis reumatoide.

Cúrcuma

Es la reina de la medicina ayurveda, y una de las especias más utilizadas en India. Su contenido en curumina le confiere una potente acción antiinflamatoria.

Eucalipto

Es uno de los mejores aliados contra los estados gripales, la faringitis, el asma o la bronquitis. Es un antiinflamatorio natural que reduce tanto la inflamación como el dolor.