Suscríbete a nuestra newsletter
Reciba novedades y ventajas sobre salud y bienestar.
SHA Magazine Nutrición saludable
Las algas, una antigua planta marina que ya nuestros antepasados utilizaban en su alimentación llega al siglo XXI convertida en un superalimento. En los últimos años se han vuelto a comprobar todas sus propiedades y su prestigio ha ido aumentando junto a la evidencia científica de sus múltiples beneficios para la nutrición saludable y para mantener niveles óptimos de energía.
Las algas proporcionan nutrientes esenciales solo añadiendo pequeñas cantidades en las ensaladas o batidos verdes de nuestra dieta habitual. Las proporciones son importantes en el caso de las algas porque excederse con las cantidades puede anular algunos de sus beneficios.
La espirulina es una de las algas más estudiada recientemente. Ha sido declarada por la UNESCO alimento del milenio por su gran cantidad de proteínas de valor biológico, elementos nutritivos, vitaminas y minerales. Toma su nombre de su forma de espiral. Su intenso color verde indica una alta presencia de clorofila, un pigmento con grandes propiedades antioxidantes, anticancerígenas y depurativas.
Entre sus propiedades destacan el poder anti-envejecimiento que se explica por su riqueza en antioxidantes como los beta-carotenos, fundamentales para conservar la visión en perfecto estado. El otro superpoder de la espirulina es la protección del sistema cardiovascular, gracias a la gran cantidad de ácidos grasos esenciales y vitaminas como la E y la B6.
En general, las algas son más densas en nutrientes que las plantas terrestres. Su contenido en vitaminas A, C, D, E, B1, B2, fósforo, potasio es más alto. También contienen hierro, yodo, fibra, sodio y proteínas vegetales. Algunos expertos en nutrición como Kenneth Prange sostienen que la composición química del agua de mar es similar a la de la sangre humana. “El consumo regular de algas en cantidades controladas puede ayudar a estabilizar los niveles de azúcar en la sangre, limpiar el sistema digestivo, purificar y alcalinizar la sangre, limpiar el sistema linfático y ayudar a unir y eliminar los metales pesados de nuestro organismo. El alginato de ácido de las algas puede incluso unirse al material radiactivo para ayudarnos a eliminarlo de nuestro cuerpo”, escribe el experto en este artículo.
Las algas contienen diez veces más calcio que la leche, además son de más fácil asimilación.
Sus propiedades parecen infinitas: propiedades antivíricas, antiinflamatorias e inmunomoduladoras. Esto significa que estas humildes plantas marinas fortalecen el sistema inmunitario y nos protegen de numerosas enfermedades.
Otra de los increíbles beneficios de las algas proviene de su alto contenido en yodo, un mineral fundamental para el buen funcionamiento de la tiroides, una de las glándulas del sistema endocrino que regula las funciones esenciales relacionadas con la energía y la inmunidad.
Por si fuera poco, las algas no engordan y quitan el hambre, son muy saciantes. No hay mejor aliado para un régimen para perder peso de forma equilibrada y saludable.
Además de la espirulina, las algas kombu, wakame, fukus y espagueti de mar son muy conocidas y pueden encontrarse en cualquier tienda especializada. Hay cientos de recetas deliciosas para preparar platos de sabor y textura excelente y, además un contenido nutricional muy completo.
El concepto de la nutrición SHA descansa en el principio de Hipócrates: “que la comida sea tu y el alimento, tu medicina” y se basa en el equilibrio alimenticio del del yin yang, aplicando las reglas de la nutrición mediterránea y asiática.
No es de extrañar que entre los principales elementos de la dieta SHA estén las algas, junto a los cereales, las legumbres, las verduras, las frutas, las semillas y los frutos secos.
Reciba novedades y ventajas sobre salud y bienestar.