¿Qué hacer en mis vacaciones?

Hasta principios del siglo XX era común que los médicos escogieran cuidadosamente las vacaciones para sus pacientes, como si de un medicamento se trataran. Sin duda eso supone ir muy lejos, pero sí es cierto que debemos pensar en nuestro bienestar a la hora de planificar las vacaciones, ya que no parece tener demasiada lógica el realizar unas vacaciones en las que al finalizar parecemos necesitar unas segundas vacaciones para descansar de las primeras.

El ritmo frenético que uno lleva durante el año impide muchas veces mantener un equilibrio en nuestros hábitos de vida, alimentación, ejercicio físico y calidad de sueño. Largas jornadas de trabajo y responsabilidades ocupan nuestro día a día, siendo generalmente el cuidado de nosotros mismos la última prioridad.

Los excesos de comida y bebida, los clásicos buffets de resorts y cruceros, las piñas coladas, las noches de fiesta, pasar el día tumbado exponiendo nuestra piel al sol (muchas más horas de las que convienen) sin duda han quedado relegados a un segundo plano. No es la tendencia y desde luego no es nada saludable.

La vacaciones deben ser por contra un momento idóneo para una puesta punto, para aprender más de nosotros mismos, para dejar atrás tensiones y estrés y reducir la ansiedad. Por supuesto sin reducir el componente placentero que debe estar presente en un periodo de vacaciones. Para ello, el destino que se elija debe ser el adecuado.

Si para ti esto no son vacaciones, tu opinión cambiará cuando experimentes cómo se puede generar un cambio positivo, sustancial y duradero en tu salud y bienestar, en tu aspecto y en tu vitalidad sin dejar de disfrutar al máximo. No se trata de pasar hambre, ni de pasar el día haciendo ejercicio. Se trata de iniciar un método sostenible y atractivo, que te permita disfrutar mientras te cuidas, compartiendo con tus seres queridos, conociendo gente nueva que comparte tus inquietudes y a su vez llevarte conocimiento y herramientas que te permitan mejorar hábitos tras ese periodo vacacional.
Disfrutar de una comida saludable, natural y energética, a la par que atractiva, disfrutar de refrescantes zumos naturales en vez de bebidas alcohólicas, disfrutar de sesiones de Pilates, Yoga, Mindfulness, paseos por la playa o montaña, clases de cocina saludable interactivas o clases de hábitos saludables entre otras actividades.

Sin duda nada de esto desmerece el concepto que tenemos de vacaciones como un espacio de tiempo de desconexión y descanso; de hecho, el aumento de la demanda de una oferta de Wellness a la hora de planificar las vacaciones es cada vez más significativo, creciendo el pasado año en un 25%. Y es que quien experimenta los beneficios de llevar un estilo de vida saludable, no valora otra opción a la hora de planificar sus vacaciones.

Alejandro Bataller – Vicepresidente SHA Wellness Clinic