Suscríbete a nuestra newsletter
Reciba novedades y ventajas sobre salud y bienestar.
SHA Magazine Nutrición saludable
En los tiempos que corren todos tenemos alguna alergia o hemos desarrollado alguna intolerancia a un alimento. ¿Es posible que todas estas reacciones se encuentren en algún punto de nuestro organismo? ¿Puede una alergia respiratoria tener alguna relación con la intolerancia a la lactosa? ¿Pueden las alergias estar enviándonos un mensaje sobre nuestra salud intestinal?
La relación entre las alergias alimentarias, cutáneas y respiratorias y la salud intestinal es compleja y ha sido objeto de creciente atención en la investigación médica. En opinión de la doctora Mariel Silva de la Unidad de Well-ageing de SHA, “las alergias sí pueden ser un reflejo de la salud del intestino.”
La especialista en patologías digestivas explica que “esta conexión se basa en el concepto de la ‘tríada alérgica’, que sugiere que las alergias alimentarias, cutáneas (como el eczema) y las respiratorias (como el asma) pueden estar interrelacionadas y compartir una base común en la salud intestinal.”
La doctora Silva indica que la permeabilidad intestinal, que se conoce también como ‘síndrome del intestino permeable’, es un fenómeno en el cual la barrera intestinal se vuelve más permeable de lo normal, permitiendo que sustancias no deseadas, como los alérgenos y las toxinas, pasen desde el intestino al torrente sanguíneo. “Esta permeabilidad intestinal aumentada puede desempeñar un papel crucial en el desarrollo de alergias. Además, la microbiota intestinal, que es la comunidad de microorganismos que habitan en el tracto gastrointestinal, tiene un impacto significativo en la función del sistema inmunológico y la salud intestinal.”
La doctora Silva expone que un desequilibrio en la microbiota, también conocido como disbiosis, se ha asociado con el desarrollo de alergias. “Un microbioma intestinal diverso y equilibrado puede ayudar a regular la respuesta inmunológica y reducir el riesgo de alergias. Es decir, debemos cuidar la microbiota como un tesoro”.
Entonces, ¿tienen unas alergias relación con otras? Es decir, ¿alguien alérgico a las gramíneas es más proclive a desarrollar una alergia alimentaria? La experta de SHA cree que la relación que existe entre los diferentes tipos de alergias se puede entender a través del concepto de reactividad cruzada y del síndrome de alergia oral (SAO).
“La reactividad cruzada ocurre cuando las proteínas de ciertos alimentos son estructuralmente similares a los alérgenos inhalantes, como las gramíneas, lo que puede hacer que una persona alérgica a las gramíneas desarrolle una reacción alérgica al consumir ciertos alimentos. Mientras que el síndrome de alergia orales una manifestación específica de esta reactividad cruzada, donde los síntomas alérgicos se presentan en la boca y la garganta, como picazón, hormigueo o hinchazón, después de consumir frutas y verduras crudas. Este síndrome es común en personas con alergias a pólenes como el abedul, las gramíneas o la ambrosía, debido a las proteínas similares en estos pólenes y ciertos alimentos”, dice la doctora Silva.
En SHA, el enfoque para tratar los diferentes tipos de alergias es integral y personalizado. “Después de un diagnóstico exhaustivo que incluye pruebas específicas para detectar sensibilidades alimentarias, respiratorias y cutáneas, el tratamiento se centra en abordar las causas subyacentes de las alergias”, expone la experta.
El tratamiento puede incluir desde cambios en el estilo de vida, como la implementación de una alimentación antiinflamatoria, hasta la suplementación para mejorar la salud intestinal. “El objetivo no es solo aliviar los síntomas, sino también mejorar la salud general y el bienestar del paciente mediante una combinación de estrategias personalizadas que apoyen la función inmune y reduzcan la inflamación”, indica la Dra. Silva.
Reciba novedades y ventajas sobre salud y bienestar.