Qué son los probióticos y cómo ayudan a fortalecer el sistema inmune

Incluye en la dieta diaria el yogur, el miso, el kéfir o el tempeh y las defensas naturales de tu organismo te lo agradecerán.

El sedentarismo, una dieta poco saludable, el estrés o la falta de sueño son solo algunos de los factores que debilitan el sistema inmune, haciéndolo vulnerable a las agresiones. Ámina Alani, responsable de la Unidad de Salud Digestiva de SHA Wellness Clinic, nos cuenta que “el sistema inmunitario intestinal constituye la parte más extensa y compleja del sistema inmunitario. Recibe diariamente una enorme carga antígena y es capaz de distinguir entre patógenos invasivos y antígenos inocuos procedentes de los alimentos y bacterias comensales”. Por eso, lo que comemos es fundamental para tener un sistema defensivo fuerte y los probióticos nos ayudan a conseguirlo, porque, como explica la doctora, “estos organismos vivos microscópicos aportan una amplia gama de beneficios, como la contribución en el fortalecimiento del sistema inmune, el equilibrio de la flora intestinal, el estímulo a la producción de vitaminas y el apoyo a la digestión”.

Eso sí, para que un microorganismo sea considerado como probiótico debe cumplir estas cinco características, según la Sociedad Española de Probióticos y Prebióticos:

–Tiene que producir sustancias antimicrobianas, como ácidos, bacteriocinas o peróxido de hidrógeno.

-Debe ser resistente a ciertas características de la cavidad donde va a instaurarse o a las que atraviesa hasta alcanzarla. Por ejemplo, debe ser resistente al ácido gástrico o a la bilis segregada en el duodeno.

-No debe ser capaz de transmitir su resistencia a los antibióticos.

-Que sea fácilmente cultivable y no pueda extraviarse durante su almacenamiento.

-Que se haya sometido a una prueba realizada in vitro de manera exitosa y que también sea efectivo una vez introducido en el organismo.

Además, continúa Ámina, “los probióticos enriquecen la microbiota intestinal y ambos son claves en el mantenimiento funcional del sistema inmunitario propio del intestino adulto. La acción beneficiosa de estos se ejerce a través de diferentes mecanismos, como la contribución a la expansión de linfocitos en el intestino o la producción de inmunoglobulina A (IgA), que es muy importante para la neutralización de enzimas, virus y toxinas y el control de procesos en los cuales el sistema inmunitario puede estar afectado, como la inflamación crónica o en procesos autoinmunes. Por tanto, el contacto continuo entre el sistema inmunitario y determinadas bacterias saludables, ya sean de la microbiota intestinal como de bacterias probióticas exógenas, permite entrenarlo a diario para poder controlar el ataque de posibles patógenos”.

En definitiva, si quieres tener un sistema inmune fuerte, incluye en tu alimentación probióticos naturales, como los fermentados (kombucha, kéfir, chucrut, umeboshi, yogur, miso o tempeh), o consíguelos a través de preparados probióticos, como el suplemento alimenticio SHA Probio (https://https://shawellness.com/shamagazine/unlinkes/producto/sha-probio-110-capsulas/). En cualquier caso, y como recomienda la doctora “los probióticos naturales deberían estar presentes en nuestra dieta habitual ya que enriquecen la microbiota y ayudan a mantener su equilibrio”.