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Es de conocimiento general la necesidad de vitaminas para el buen funcionamiento de nuestro organismo ya que sin ellas el organismo no es capaz de aprovechar los elementos constructivos y energéticos suministrados por la alimentación pues intervienen en el metabolismo de carbohidratos, grasas y proteínas, además algunas tienen un alto poder antioxidante y son esenciales para el correcto funcionamiento del sistema nervioso y la formación de nuestros huesos.
A pesar de que su consumo en nuestra dieta es esencial, las necesidades de vitaminas que necesitamos son muy pequeñas si las comparamos con las de otros nutrientes como carbohidratos o proteínas. Eso sí, para obtenerlas, necesitamos consumir grandes cantidades de verduras frescas, frutas, cereales y legumbres.
Hoy en día, el consumo de estos alimentos es cada vez más reducido, la comida rápida o precocinada sustituye habitualmente los guisos de verduras y legumbres y la calidad de verduras y frutas que consumimos ha disminuido considerablemente debido a los cultivos masivos y al uso de productos químicos. Por ese motivo se ha extendido la afirmación de que necesitamos muchas vitaminas cuando lo cierto es que necesitamos comer más sano para evitar la falta de vitaminas.
El consumo de verduras, frutas y otros alimentos biológicos ayuda de manera importante a incrementar nuestra ingesta de vitaminas. Con la misma cantidad de producto biológico ingerimos mucha más cantidad de vitaminas y otros nutrientes, además de sustancias antioxidantes.
Un consumo responsable basado en alimentos integrales y biológicos de manera equilibra cubre sobradamente nuestras necesidades nutricionales, sin embargo, un estilo de vida como el actual favorece el uso de suplementos vitamínicos para suplir su carencia alimenticia.
Los complementos vitamínicos son preparados químicos de vitaminas que se utilizan para complementar una dieta con carencia de vitaminas y pueden ser muy útiles en determinadas ocasiones cuando nuestro organismo necesita reactivarse. Los más recomendables son los elaborados a partir de ingredientes naturales y sin agregados químicos, como es el caso de Immunage, elaborado a partir de papaya fermentada.
Sin embargo, se recomienda que los complementos vitamínicos se tomen siempre bajo la supervisión y recomendación de un experto en nutrición que analice nuestras necesidades personales y nos realice una prescripción individualizada. Hay que tener muy en cuenta que el exceso de suplementos vitamínicos puede ser peligroso para nuestra salud por lo que lo mejor en estos casos es dejar nuestra salud y nutrición en manos de expertos.
*Artículo escrito por Isabel Moreno, experta en Nutrición y Terapias Naturales en SHA Wellness Clinic.
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