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SHA Magazine Salud y belleza
En 2019, tres médicos, los doctores Peter J. Ratcliffe, Gregg L Semenza y William G. Kaelin, ganaron el Premio Nobel de Medicina tras descubrir cómo las células se adaptaban a una situación de baja disponibilidad de oxígeno, y cómo sus cambios para adaptarse a la nueva situación beneficiaban al organismo en varios frentes.
Justamente este es el principio de un nuevo tratamiento que incorpora SHA Wellness Clinic, la Terapia de Hipoxia Intermitente, y que consiste en alternar ciclos respiratorios de baja disponibilidad de oxígeno (hipoxia) con otros de mayor disponibilidad (hiperoxia) para promover las adaptaciones fisiológicas que resultan beneficiosas para las células.
Las sesiones de terapia son relajadas. Muchos pacientes incluso se duermen. Se trata de permanecer en una camilla conectado a una máquina entre 30 y 40 minutos y respirar a través de una mascarilla. Un profesional médico controla en todo momento la saturación de oxígeno del paciente mientras se alternan ciclos respiratorios en los que se puede reducir la saturación progresivamente hasta en un 20%, luego se descansa entre dos y tres minutos y empieza la recuperación con un ciclo de alta disponibilidad de oxígeno.
Los estudios que examinan lo que ocurre con aquellas personas que practican esta terapia con la frecuencia recomendada (tres sesiones semanales en días alternos) muestran resultados sorprendentes.
Cuando el cuerpo se enfrenta a una situación de hipoxia se desencadenan varias reacciones adaptativas beneficiosas que son precisamente las que se quieren replicar con esta terapia antiageing, pero en un ambiente controlado. Cuando baja el oxígeno aumenta la frecuencia y la capacidad respiratoria. El corazón bombea más sangre, y mejora la frecuencia cardíaca. Los vasos sanguíneos se dilatan y el cuerpo aumenta su eficiencia, pues tiene que rendir lo mismo con menos cantidad de oxígeno.
Uno de los beneficios más rápidos y sorprendentes de esta terapia es que ayuda a dormir a las personas con insomnio, pues la reducción de oxígeno favorece el sueño y esta terapia genera una vasodilatación relajante que se ha demostrado en varios ensayos clínicos”.
Las personas con sobrepeso y obesidad también se beneficiarán de la hipoxia intermitente, pues estos ciclos respiratorios influyen en cómo el cuerpo descompone los carbohidratos para obtener energía. Además, mejora el control del azúcar en sangre después de las comidas, y ayuda a mantenerla en niveles saludables.
Esta terapia también es muy ventajosa para construir masa muscular y eso es un regalo para acelerar el metabolismo. Esta nueva terapia promueve una mayor actividad y eficiencia muscular al aumentar la actividad oxidativa, una circunstancia esencial para que las células musculares obtengan energía. Además, la terapia induce cambios en el metabolismo aeróbico, que es la forma en que los músculos generan energía con oxígeno. Estos ajustes mejoran la resistencia y la capacidad muscular para funcionar de modo eficiente durante períodos más largos, y se incrementan las fibras musculares, tanto en volumen como en fuerza. Por eso esta terapia mejora rápidamente el rendimiento físico y deportivo.
Casi todas las personas podrían beneficiarse de la Terapia de Hipoxia Intermitente: los que padezcan una patología controlada se beneficiarían de los mecanismos adaptativos de la hipoxia para luchar contra su enfermedad; y los sanos, integrarían a su vida una herramienta antienvejecimiento poderosa y respaldada por una sólida evidencia científica. Concretamente el Premio Nobel de Medicina de 2019.
Solo se contraindicaría el tratamiento en aquellos pacientes con problemas cardiológicos y respiratorios mal controlados, en personas con una infección aguda que curse con fiebre, en personas con epilepsia o enfermedades crónicas descompensadas, y en mujeres embarazadas.
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