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SHA Magazine Fitness
El yoga, una vez que ha entrado en tu vida, es para siempre. Es un estilo de vida. Y estas no son palabras gratuitas. Si después de una temporada practicando yoga lo dejas, el cuerpo protesta, grita en forma de dolor de espaldas, de articulaciones que crujen y de una mente mucho más lenta y nublada.
Si has entrado en el camino del yoga tendrás una rutina establecida, unos horarios para tus prácticas diarias, el problema llega con las fiestas y las vacaciones, cuando las agendas se diluyen y cambiamos de escenario habitual y de hábitos. Durante las navidades supone todo un reto mantener la práctica de un yoga adaptado a nuestros hábitos para los días festivos. En este artículo te daremos algunos tips para conseguirlo.
Sé flexible. No necesitas una hora y cuarto para hacer yoga
El yoga es muy amplio, son las asanas (posturas) pero también es el pranayama (respiración) y la meditación. Si tienes poco tiempo puedes dedicar cinco minutos diarios a observar tu respiración con un ejercicio sencillo de pranayama. También puedes relajarte tumbándote en savasana y haciendo un recorrido mental por tu cuerpo mientras visualizas cada una de sus partes, sobre todo las zonas que acumulan más tensión. Y si tienes más tiempo y energía puedes hacer varios saludos al sol.
Hagas lo que hagas mantén la regularidad
En vacaciones es interesante mantener la regularidad y bajar las expectativas. Aunque practiques poco tiempo, intenta hacer algo cada día y dedícale todo el entusiasmo que tienes dentro.
Mantén una buena actitud
El momento de la práctica es tu cita contigo mismo. Ponte las mejores galas y busca un espacio para cultivar un vínculo de calidad con tu ser interior. Si viajas, intenta llevarte tu esterilla o los elementos que asocies a esos momentos de conexión personal. Prepara una playlist con la música con la que sueles practicar y viaja con ella.
Simplifica las rutinas
No te compliques. Si no es posible nada de lo dicho en el punto anterior, intenta hacer allá donde vayas, ejercicios de cinco minutos de atención plena o meditación. Aunque te parezca extraño puedes hacerlo en el aeropuerto y hasta en el metro de una gran ciudad. Y eso también es yoga.
Disfruta tu práctica
Lo más importante es disfrutar lo que haces, y conseguir que el yoga sea un elemento que aporte calidad y riqueza a tu vida. Debes encontrar el equilibrio entre la disciplina y las expectativas. Lo importante es conservar esos momentos de reconexión con tu yo interior que te ayudarán a sobrellevar con mayor energía los cambios y las vacaciones.
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