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SHA Magazine Salud y belleza
Hoy en día, se le está dando una mayor importancia a la medicina preventiva-el prevenir antes que curar. Y es que, con los avances continuos de la medicina, tenemos mayor posibilidades de conocer en detalle la salud individual de cada persona mediante nuevos métodos como los tests genéticos.
La dimensión molecular de los tests genéticos es capaz de detectar pequeñas variaciones individuales (polimorfismos) en el material genético que codifica las proteínas que gobiernan los procesos biológicos. Estos avances han supuesto un gran cambio en la medicina y en la salud de las personas, haciendo que sea posible diagnosticar futuras patologías antes de tiempo.
La medicina nace de la necesidad de aliviar las molestias de los síndromes. Sin duda, es una herramienta que ayuda a salvar miles de vidas a diario. Sin embargo, debemos enfocarnos más en la medicina preventiva, ya que tiene como objetivo prevenir enfermedades y problemas de salud aplicando hábitos de vida saludables amoldadas al estado de salud de cada uno.
Dentro de la medicina preventiva, destaca la medicina genética, cuyo objetivo es detectar posibles problemas de salud según la genética de cada individuo antes de que se desarrollen. Un ejemplo de las posibilidades que ofrecen los tests genéticos es que permiten diagnosticar ciertas variaciones en el gen HFE (localizado en el cromosoma 6) y se sabe que estas mutaciones provocan un mayor riesgo de padecer acumulación de hierro en el organismo (hemocromatosis) que en fases avanzadas puede cursar con graves lesiones hepáticas (cirrosis), pancreáticas (diabetes) y testiculares (testosterona baja).
Mediante la medicina genética, podemos identificar este tipo de alteraciones con tiempo, antes de que desarrollen la enfermedad. Para individuos con predisposición genética a tener una absorción inusitadamente elevada de hierro, la actitud terapéutica más sensata y sostenible no es realizar trasplantes hepáticos ni colocar bombas de insulina en los enfermos que lo necesitan; sino realizar sangrías periódicas, mucho antes de que se desarrolle el depósito del metal en las vísceras, o mejor aún, hacer recomendaciones dietéticas específicas (restringir alimentos ricos en hierro) para evitar no sólo las manifestaciones clínicas graves, sino incluso la propia posibilidad de enfermar en los sujetos predispuestos.
Este ejemplo es uno de los miles que se pueden obtener a través de los tests genéticos, ya que ofrecen un amplio espectro de información genética valiosa para tratar la salud de cada persona de forma individual.
Las aplicaciones genómicas se están constituyendo en un nuevo paradigma: prevenir siempre, curar cuando se pueda y aliviar si es que se ha llegado demasiado tarde.
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