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No podemos combatir el estrés, pero sí podemos gestionarlo mediante diferentes técnicas y un tratamiento anti-estrés.
El estrés provoca en el cerebro humano la liberación de hormonas directamente en la sangre, y que nos permite contestar, actuar y reaccionar a situaciones del exterior. Como tal, todos nosotros tenemos estrés, tanto del bueno como del malo; de la misma forma que tenemos colesterol bueno y colesterol malo.
La cuestión es no permitir que el estrés bueno crezca y se vuelva permanente, que se convierta en estrés malo. Hay muchos factores que provocan estrés en la vida, y todo depende de cada uno – la forma de ser, la edad, la experiencia de vida, la capacidad de reaccionar mejor o peor a la presión, etc. – todo esto va permitir, o no, que el estrés se instale como un virus.
En primer lugar es importante aceptar que se está en una situación, o varias, que provocan estrés.
Después hay que empezar a estar atento a algunos síntomas que comienzan a aparecer: como dormir mal o poco, dolores de cabeza o espalda, alimentación no reglada, mucha hambre o no tener ganas de comer, síntomas en el aparato digestivo, dificultad en la respiración, tensión, ansiedad, irritación, impaciencia, miedos y hasta pánicos, más necesidad de fumar o de ingerir cafeína o azucares, etc.
Hay una cantidad de síntomas causados por situaciones de estrés instalado, y que una vez que se instalan es más difícil cambiar y reencontrar el equilibrio.
Por eso lo importante es tener una vida en que la gestión de estrés sea una Prioridad.
Un tratamiento anti-estrés incluye muchos aspectos a los que debemos prestar atención:
Una alimentación cuidada, prestando atención a los alimentos más estresantes.
Tener horas de sueño suficientes y de calidad, y acostarse temprano (las horas dormidas antes de las 24h son más recargables que dormir 8 horas después de la media noche).
Hacer ejercicio físico regularmente; trabajar la mente con meditación y ejercicios de relajación; hacer limpieza y entrenamiento mental diario.
Hacer masajes y terapia de relajación en el agua; procurar visitar un osteópata de forma regular, para que no se acumulen tensiones en la espalda y el cuello.
Tener una actividad creativa y lúdica; saber tener tiempo para no hacer nada; tener tiempo y espacio para sí mismo y para relaciones sanas y nutridas.
Tener un espíritu positivo y alegre, intentando agradecer lo que se tiene y no estar siempre preocupado con lo que no se tiene o el futuro; vivir el momento presente consciente a cada minuto de la respiración, ¡que es la Vida!
No estar dependiente de su móvil y su conexión virtual con el exterior. Tener una vida saludable y equilibrada, creando belleza y armonía, es la forma más poderosa de gestionar su estrés.
Y por supuesto no confundir urgente con prioritario. ¡La prioridad es la salud física, emocional, mental y espiritual!
En SHA Wellness Clinic existe todo un tratamiento anti-estrés disponible que incluye todo lo necesario para luchar contra el estrés.
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