Muchas personas acuden a la consulta macrobiótica quejándose de estar siempre enfermas… con algún catarro, tos, fiebre, etc. “Parece que cojo todo lo de mi alrededor” comentan. ¿Qué respuesta tiene la macrobiótica para estas personas? ¿Podemos con la alimentación mejorar nuestras defensas?
Existen alimentos que mejoran nuestras defensas, pero también existen alimentos que las disminuyen. ¿Qué sentido tendría tomar alimentos que aumentan nuestras defensas si seguimos tomando aquellos que las reducen? Por esa razón os comentaremos primero qué tipo de alimentos convendría reducir, y a continuación, enumeraremos una lista de los que convendría aumentar.
ALIMENTOS QUE DEBILITAN EL SISTEMA INMUNE
- El azúcar: Sabemos por experimentos científicos que la ingestión de azúcar lleva a una reducción de la actividad del sistema inmune. El efecto puede durar varias horas en las cuales virus, bacterias y otros agentes patógenos pueden hacer de las suyas.
- Alcohol: El consumo excesivo de alcohol lleva a una falta de nutrientes, impide que los glóbulos blancos se multipliquen y que los macrófagos realicen su actividad.
- Alimentos a los que sea alérgico. Pueden ser alimentos con gluten, soja, frutos secos, lactosa… diferentes en cada caso. El consumo de alimentos a los que es alérgico obligan al sistema inmune a luchar contra el alérgeno –al pensar que es una sustancia extraña- restándole energía para combatir contra otros agentes como virus y bacterias.
- Aditivos y conservantes químicos. Un ejemplo de este tipo de sustancias es el E-102 o tartrazina , un colorante alimentario que puede provocar reacciones alérgicas y que está relacionado con el síndrome de hiperactividad en niños.
ALIMENTOS QUE FORTALECEN EL SISTEMA INMUNE
Existen muchos alimentos que mejorar las defensas. Nosotros te recomendamos los siguientes:
- Sopa de miso. La sopa de miso contiene sustancias probióticas que van a favorecer una buena flora bacteriana en los intestinos. En los intestinos se encuentra el 80% de nuestro sistema inmune. Por tanto, cuidar los intestinos es cuidar nuestra línea defensiva. De aquí se deduce que, si quieres un sistema inmune fuerte, sería conveniente evitar empachos.
- El ajo contiene sustancias antibacterianas que combate a gérmenes y toxinas. El ajo mejora la actividad de los glóbulos blancos y las células T. Para aprovechar sus propiedades al máximo te recomendamos le des un golpe (chafándolo) y lo dejes 1-2 minutos reposar, de esta forma se liberarán sustancias responsables de sus efectos beneficiosos (la alicina).
- Vitaminas, minerales, fitoquímicos y calorías suficientes. Ante la falta de nutrientes y/o calorías nuestro sistema inmune se resentirá. Por ello os recomendamos una dieta rica en cereales, verduras, legumbres… y asegurarse que la cantidad de calorías no es demasiado baja.
- El agua va a permitir tener un organismo libre de toxinas, pues necesitamos del agua para eliminarlas. Como norma general sería recomendable tomar al día entre 6 y 8 vasos. Su consumo también va a depender del tiempo, de la actividad o ejercicio físico que realicemos y del tipo de alimentos que tomemos. Dietas ricas en cereales, legumbres y verduras requieren menos cantidad de agua que otras con alimentos densos, cargados en grasas y/o azúcares.
- Plantas aromáticas. Las plantas aromáticas se han usado en la cocina mediterránea desde tiempos inmemorables. Cada día se descubren nuevas propiedades de estas plantas que favorecen la actividad del sistema inmune. Introduce en tu cocina el orégano, el perejil, cilantro, romero, hinojo, jengibre, pimienta y canela.
- Setas y algas. Existen sustancias que estimulan al sistema inmune. Las sustancias más potentes hasta ahora encontradas que estimulan el sistema inmune son los betaglucanos. ¿Sabe de dónde han sido extraídas para poder ser analizadas y comprobar sus efectos? ¡De las algas y las setas! Por tanto, podemos acceder a estas potentes sustancias incluyendo en nuestra dieta, por ejemplo, alga wakame, alga nori, alga arame, o bien, seta reishi, shitake y maitake.
- Existen una serie de alimentos que por su alto contenido en sustancias beneficiosas para la salud son llamados superalimentos. Estos alimentos contribuyen a compensar los efectos de una dieta convencional rica en azúcares, grasas y escasas en cereales y verduras. Indicados para la mejora del sistema inmune tenemos: Chlorella, arándanos, hierba de trigo, hierba de cebada y espirulina.
- Ciertas plantas estimulan a nuestro sistema inmune: uña de gato, equinacea y sabal. Puede preguntar por ellas en herboristerías, dietéticas y en algunos casos en farmacias. Se venden extractos en gotas que suelen ir muy bien.
Y ADEMÁS
Aparte de lo que comemos existen otros factores que afectan mucho a nuestro sistema inmune: Dormir lo suficiente, controlar el estrés y hacer ejercicio físico moderado.
¡Téngalas en cuenta pase un invierno a salvo!