¿Cómo mejorar tus habilidades cognitivas para liderar con éxito cualidades de un líder?

¿Cuáles son las cualidades de un líder? Decía Winston Churchill, uno de los mayores líderes que ha dado el siglo XX, “Coraje es lo que se necesita para levantarse y hablar; coraje es también lo que se necesita para sentarse y escuchar”. El líder debe tener audacia y humildad suficientes para tomar la iniciativa y para tener en cuenta el criterio de los demás.

La escucha activa, la inteligencia emocional, la empatía, el pensamiento crítico, la actitud positiva y la habilidad de construir un buen equipo son cualidades intrínsecas al liderazgo moderno, que ya no admite líderes autoritarios que toman decisiones y trazan objetivos en su despacho sin aprovechar el expertise de su equipo.

El líder empresarial del siglo XXI es una persona informada, curiosa y atenta, que escucha a todos y pregunta una y otra vez para tener toda la información útil para tomar buenas decisiones y resolver problemas.

Ha desarrollado un pensamiento crítico que le permite analizar una situación desde diversas aristas y trascender las verdades establecidas y las ideas conocidas para innovar y abrir nuevos caminos.

La Universidad de Harvard ha definido las ocho cualidades del líder que necesitan hoy las empresas y las grandes compañías para triunfar en un mundo global sometido a continuos cambios sociales y tecnológicos.

La primera de estas cualidades es que deben manejarse en la complejidad. Un buen líder debe saber aprovechar la complejidad para resolver problemas y tomar decisiones sobre sistemas que cambian tan rápidamente. “Aún antes de contar con la suficiente información, ellos deben ser capaces de evaluar la complejidad de la situación y elegir las acciones apropiadas”, dice el informe de Harvard.

Deben tener mentalidad global, pues la globalización ha intensificado el nivel de complejidad, por lo que es necesario que un líder tenga la capacidad de reconocer el panorama global e identificar las oportunidades que pueden ofrecer otros mercados, es necesario conocer lo que ocurre con los consumidores, los competidores, la economía y la política de otros mercados.

Deben ser capaces de actuar estratégicamente para adelantarse a la competencia. La visión a largo plazo debe ser continua y flexible. “Deben estar preparados siempre para ajustar sus estrategias y aprovechar las oportunidades emergentes, así como para enfrentar retos inesperados”, indica el informe de la universidad estadounidense.

Deben promover la innovación en su entorno porque, dicen los expertos de Harvard, ninguna estrategia, por brillante que sea, puede sostener la competitividad de una empresa indefinidamente. Por ello, es necesario estar en constante renovación, generar nuevos productos, servicios y procesos de negocio, para seguir creciendo.

Deben aprovechar sus redes y crear otras nuevas, pues el trabajo se ejecuta cada vez más a través de redes de relaciones fuera de los límites de las empresas. Los líderes que dominan el networking saben que más que una herramienta, es una oportunidad para promover la colaboración y alcanzar nuevos objetivos en la organización.

Además, deben haber entrenado suficientemente su inteligencia emocional para inspirar compromiso entre sus colaboradores, una circunstancia que es crucial. “Las personas de un equipo pueden ocupar un puesto por años, pero no generarán valor a la organización si no están interesados en su trabajo”, explica el informe de Harvard.

La flexibilidad es la séptima cualidad que se le pide a un líder de estos tiempos, pues ante una realidad cambiante hay que adaptarse constantemente y mantener una mirada fresca con nuevas ideas para no dejar escapar las oportunidades.

Por último, se les pide que sean ágiles para aprender. Para esto deben mantener su rendimiento cognitivo en estado óptimo de manera que puedan asumir un estado de aprendizaje y experimentación constante.

Leyendo todos los atributos que se le exigen a un líder, faltaría uno muy relevante Para poder cumplir esas expectativas un líder debe estar descansado mental y físicamente. Para aprender continuamente, para innovar, para escuchar activamente y mantener la agudeza y el pensamiento critico hay que evitar el embotamiento y el agotamiento cognitivo. Las habilidades de liderazgo se potencian si el cerebro está descansado y ha recuperado su capacidad de concentración y de pensamiento crítico. El descanso no es opcional, es un tiempo que tienen que reservarse los altos directivos para mantener el equilibrio que pedía Churchill a todos los grandes líderes.