Suscríbete a nuestra newsletter
Reciba novedades y ventajas sobre salud y bienestar.
SHA Magazine SHA Magazine
Durante las vacaciones, además de relajarnos y descansar, también tenemos tiempo para pensar en nuestros hábitos y costumbres habituales, en qué lugar estamos y en dónde nos gustaría estar, en qué aspectos queremos mejorar y, en definitiva, en nuestra propia vida. Y muchas veces llegamos a la conclusión de que, reorganizando nuestra agenda, conseguiremos gestionar mejor las horas del día y tener más tiempo para cuidar de nosotros, desconectar y estar con la familia y amigos, sin descuidar por ello las obligaciones laborales.
Bruno Ribeiro, responsable de la Unidad de Desarrollo Cognitivo y Estimulación Cerebral de SHA Wellness Clinic, afirma que “es importante escribir o redactar todas las reorganizaciones que queramos para nuestro yo después del verano y seguirlas a rajatabla porque esto nos ayuda a lograr cualquier cambio positivo que deseemos introducir en nuestra vida. Por ejemplo, si durante las vacaciones has dedicado media hora diaria a la lectura, intenta seguir haciéndolo ahora que vuelves a la oficina. Eso sí, nada de leer temas profesionales ni relacionados con el trabajo”.
Aprender a gestionar las emociones y disfrutar de una agilidad mental óptima desde el primer momento es fundamental para poder desarrollar la mejor versión de uno mismo en cualquier escenario, lugar y situación. El doctor asegura que, para lograrlo, “es indispensable tener en cuenta los planos cognitivo y emocional, pero muchas veces entramos en el frenético ritmo de la oficina y no lo conseguimos. Por eso, es bueno ir adecuando paulatinamente los horarios y rutinas laborales. No es saludable para el cuerpo ni para la mente seguir con los hábitos vacacionales hasta el último minuto, es decir, apurar las vacaciones hasta el domingo y empezar a trabajar el lunes. Unos días antes de la vuelta, es importante reorganizar los horarios y las costumbres a nuestros hábitos de vida profesionales. Por ejemplo, ir ajustando la hora de irse a dormir al horario laboral, volver a comer de manera saludable y recuperar la rutina de ejercicio físico. Además, es muy positivo ir a la oficina y visitar a nuestros compañeros uno o dos días antes de reincorporarnos para adaptarse poco a poco al entrono laboral, pero sin la carga de trabajo”.
Por último, el doctor destaca la importancia emocional del simbolismo. “Si has comprado una pulsera, un collar o un colgante en el destino vacacional, no te los quites cuando vuelvas a trabajar. Y coloca en un lugar bien visible de tu oficina o de tu casa esa pieza de artesanía que, solo con mirarla, te transporta a los buenos momentos vividos durante las vacaciones. Estos recuerdos nos hacen pensar en que hemos disfrutado de unos días muy buenos con las personas que queremos, pero también que los vamos a volver a tener en breve. Esto nos permite pensar en decreciente, es decir, me faltan tres, dos o un mes para irme de vacaciones de nuevo y pasarlo igual de bien que en las últimas, lo que proporciona un estado de ánimo positivo durante más tiempo”.
Reciba novedades y ventajas sobre salud y bienestar.