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¡La experta en nutrición de SHA Wellness Clinic, Melanie Waxman, comparte consejos nutricionales para dejar de fumar!
Fumar es bien conocido por ser uno de los hábitos más difíciles de quitar. Dejar de fumar puede causar a corto plazo efectos secundarios en las personas que han fumado durante períodos muy largos. Puedes sentirse enojado, irritable, más cansado, con insomnio y con hambre. Y estas precisamente, son las razones que te empujan de nuevo a fumar.
Hay maneras que ayudan a que no volvamos a caer en el mal hábito, a partir de la toma de conciencia de los efectos positivos que tiene dejarlo, sobre nuestro cuerpo, mente y espíritu. Con la dieta para dejar de fumar que te proponemos te será mucho más sencillo dejar el tabaco para siempre.
Según la Sociedad Americana del Cáncer, los primeros cambios físicos comienzan a ocurrir sólo veinte minutos después sin un cigarrillo. Después de este corto período de tiempo, la frecuencia cardiaca y la presión arterial disminuyen.
Durante las siguientes 12 horas después de dejar de fumar, su cuerpo comenzará a auto recuperarse. Los niveles de monóxido de carbono y nicotina en su sistema bajarán rápidamente, y su corazón y pulmones comenzarán a reparar el daño causado por el tabaquismo. También se dará cuenta de los cambios en la piel, así como en el cuerpo. De dos a tres semanas después de dejar el hábito, la función pulmonar mejora y tendrá una mejor circulación cardiovascular.
Seguramente le vendrán muchas ganas de comer entre horas. Permítaselo. Tenga disponibles snacks saludables, salga a caminar y manténgase ocupado con algún pasatiempo nuevo. Esto ayudará a reducir el deseo de fumar. Además puede cambiar su dieta y los alimentos que come para ayudar a dejar de fumar, ya que tomar los alimentos correctos y beber los líquidos apropiados pueden reducir sus ganas de fumar.
Este grupo de alimentos tiene una energía yang extrema que produce en nosotros un exceso de tensión y contracción. Esto hará que anhele sustancias como el cigarrillo para ayudarle a relajarse y producir el efecto contrario.
Muchas personas fuman compulsivamente cuando tienen estrés. Una de las causas de estrés es tener bajos niveles de glucosa en la sangre. Normalmente las personas que sufren mucho de estrés, son hipoglucémicas. Cuando los niveles de glucosa son bajos, tenemos que tomarla en su justa medida. Una dieta basada en cereales integrales, es una de las mejores maneras de evitar la hipoglucemia y mantener un nivel estable de glucosa en la sangre.
La falta de nicotina crea ansiedad, si elegimos alimentos dulces, esto nos ayudará a reducir la ansiedad. El sabor dulce es relajante, luego cuanto más consumamos verduras como la calabaza, nabos, cebollas, zanahorias, brócoli, repollo, guisos con métodos de cocción largos, más nos ayudarán a sentirnos relajados. El sabor dulce de muchos cereales como el mijo o el arroz dulce y algunas verduras nos dejará con una sensación de plenitud y relajación que evitará el ansia por un cigarrillo después de comer.
Apio crudo, brócoli, calabacín, zanahoria cruda y pepinos, reducirán el ansia de nicotina.
Éstos estimulan el centro de placer del cerebro y en realidad aumentan el deseo por la nicotina.
La fruta fresca es saludable y un aperitivo fácil de tomar y son muy útiles para momentos de antojo. También las frutas deshidratadas, así como chips de manzana o albaricoque.
Llevar una bolsita con frutos secos varios a mano, le ayudarán también en momentos de ansia, y además le proporcionará fibra y vitamina E.
Beber más agua de lo habitual, mientras se está dejando de fumar, puede ser beneficioso de varias maneras. El agua mineral es un buen reemplazo del tabaco porque, puede dar un sorbo cada vez que normalmente le apetecería dar una calada. También es ideal para la eliminación de la nicotina fuera del organismo, lo que puede ayudar a detener los antojos en un tiempo más corto. El agua por otra parte, no tiene calorías y puede, potencialmente ayudarle a perder peso en lugar de ganarlo.
1. Coma porciones más pequeñas. Puede que le resulte beneficioso usar un plato más pequeño. Comer más lento le ayudará a llenarse más rápido.
2. Tómese tiempo para masticar y realmente disfrutar de cada bocado.
3. Beber un vaso grande de agua antes de cada comida. El agua le dará una sensación de saciedad y le ayudará a consumir menos alimentos.
4. Cuando haya terminado su comida, lo mejor es levantarse y alejarse de la mesa para evitar comer en exceso.
5. Cepille sus dientes al final de cada comida.
6. Salga a caminar para ayudar a quemar calorías después de las comidas.
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