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SHA Magazine Salud y belleza
Los ejercicios faciales movilizan los músculos del cuello y constituyen el medio natural para rejuvenecer las facciones del rostro.
Se la conoce como gimnasia isométrica facial, porque se basa en el principio de ejercitar una contracción concreta y repetirla sin limite. Con ello el músculo quema grasa, aumentando su elasticidad.
Se consigue una buena irrigación sanguínea, lo que favorece la oxigenación cutánea, y equilibra las funciones basales de la piel. Esa actividad celular se traduce en la producción de cadenas de colágeno y elástica, frenando la formación de pequeñas líneas de expresión, pero nunca provoca más arrugas.
Para obtener mejores resultados, antes de realizar ejercicios faciales, limpie la piel en profundidad. Los ejercicios serán más efectivos si utiliza un guante de crin en toda la zona. Si tiene la piel muy delicada o sensible puede sustituir el guante por una toalla algo áspera, que también estimula el riego sanguíneo.
El músculo cutáneo del cuello es muy delgado y plano, de manera que responde eficazmente al ejercicio. Su gimnasia deja el cuello más terso, estira la piel, impide la formación de papada ( a la vez que reduce si ya se ha formado) frena la formación de arrugas y evita la flacidez de la zona. Para conseguirlo es suficiente con realizar una contracción del mismo sonriendo exageradamente, a la vez que abre los labios y cierra fuertemente los dientes. Repita el ejercicio 20 veces al día.
Friccciones que estimulan la regeneración: se realizan con un vaivén horizontal deslizando los dedos sobre la piel de la frente.
Presiones que tonifican: Uno de los masajes más tonificantes es la presión de los puntos de energía. Este masaje se realiza con las yemas de los dedos y la presión hace una instantánea de afluencia sanguínea. El resultado un masaje con un espectacular y beneficioso efecto tonificante en la piel.
Por supuesto que sí.
Hay muchos tipos de masaje que se diferencian básicamente en el movimiento, la presión y velocidad táctil.
El rozamiento calienta la piel y la hace mas esponjosa, aumenta la microcirculación sanguínea, reduciendo los surcos de las arrugas. Los efectos del masaje empiezan a observarse a partir de las tres semanas de la práctica regular.
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