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SHA Magazine Nutrición saludable
Casi todos los centenarios comparten algo en común: se oxidan más despacio. Es el proceso que se conoce como estrés oxidativo, que representa la principal causa de envejecimiento y que puede contrarrestarse gracias al consumo de antioxidantes, o con un sistema inmunológico fuerte.
El estrés oxidativo es un proceso que revela la existencia de un exceso de radicales libres, que desequilibran el metabolismo celular al oxidar los lípidos, las proteínas, los azúcares y los ácidos nucleicos que regulan su funcionamiento, incluso puede causar mutaciones en el ADN.
Se cree que varios factores pueden causar una situación de estrés oxidativo, entre ellos la obesidad, la mala alimentación, el hábito de fumar, el consumo de bebidas alcohólicas, el consumo de ciertos medicamentos, la exposición a factores ambientales como la radiación, las toxinas, la contaminación del aire, los plaguicidas y la excesiva exposición a la luz solar. Las situaciones de estrés crónico y la ansiedad mantenida también parecen tener algún papel en la formación de estos ambientes de oxidación.
Con el paso de los años el organismo va perdiendo su capacidad de contrarrestar la acción oxidante de los radicales libres y empiezan a abrirse espacios de desequilibrio y de oxidación.
El cuerpo envía algunas señales de estrés oxidativo. Para identificarlas hay que prestar atención a una serie de síntomas que delatan el aumento de los radicales libres, y la carencia de antioxidantes.
Algunos cambios físicos: La pérdida de flexibilidad y una mayor rigidez en el cuerpo y en las articulaciones, así como la pérdida progresiva de fuerza y de resistencia muscular.
Señales de envejecimiento prematuro: Aparición temprana de arrugas, resequedad en la piel y manchas. Pérdida de firmeza y de luminosidad.
Fallos en la memoria y falta de concentración: Se empiezan a olvidar las cosas, o se comienzan a repetir las mismas historias. Se hace difícil recordar nombres de personas, y hay un declive en la agudeza y el enfoque mental.
Algunos avisos de enfermedades crónicas: Problemas de tensión arterial y/o palpitaciones al subir una escalera, pues el estrés oxidativo afecta al corazón y al sistema cardiovascular, así que será uno de los primeros en mandar señales.
Problemas para dormir: Este trastorno produce fatiga y cansancio durante las horas diurnas, e incluso irritabilidad.
Dolor de cabeza: Los dolores frecuentes de cabeza y las migrañas también pueden avisar de una situación de estrés oxidativo.
La detección temprana del estrés oxidativo permite establecer una estrategia antioxidante que frene el entorno dañino que ha creado la oxidación y evite que se desarrollen enfermedades crónicas y degenerativas, e incluso algunos tipos de cáncer. Es importante consultar al médico y darle la importancia adecuada a estas señales. No es recomendable automedicarse, ni siquiera con vitaminas y antioxidantes. Es preferible optar por una medicina personalizada que se adapte como un guante a su estado de salud y a su estilo de vida. Es justamente lo que encontrará en SHA Wellness Clinic.
La manera óptima de enfrentar el estrés oxidativo es intentar evitarlo. Algunos hábitos pueden ayudar, por ejemplo, evitar el tabaco y la polución, seguir una dieta rica en antioxidantes y tomar suplementos antioxidantes indicados por un médico.
Para minimizar los efectos del estrés oxidativo conviene seguir una dieta rica en antioxidantes como la vitamina E y la C, abundantes en frutas de colores vivos, en las verduras de hoja verde, legumbres y cereales integrales. También es importante incorporar a la dieta pescados azules pequeños y proteína vegetal de alta calidad.
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