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SHA Magazine Bienestar y descanso
La medicina osteopática fue fundada por Andrew Taylor Still, un médico estadounidense del siglo XIX, cirujano en la guerra de Secesión y un convencido de que todas las enfermedades estaban originadas en el sistema musculo-esquéletico.
Un osteópata es un profesional que reconoce al tacto cada rincón del cuerpo, cada músculo, cada víscera y cada vertebra. En su origen la osteopatía se componía de un conjunto básico de técnicas basadas en la creencia de su creador de que existía la continuidad miofascial. Es decir, una capa de tejido “que une cada parte del cuerpo con cualquier otra parte”.
Los osteópatas intentan diagnosticar y tratar lo que originalmente se denominó la lesión osteopática, y que ahora se llama disfunción somática mediante la manipulación de los huesos, músculos y vísceras de una persona. “Lo que buscamos es prevenir las patologías para conseguir el buen funcionamiento del cuerpo”, resume Antonio Mora, osteópata con más de 10 años de experiencia y consulta en SHA Wellness Clinic España.
“El estrés y algunos hábitos afectan al cuerpo que va adoptando malas posturas para evitar molestias y dolores. Si esas adaptaciones se mantienen durante mucho tiempo provocan la aparición de enfermedades como hernias discales, contracturas, ciáticas, lumbalgias, limitaciones de movimiento, dolores musculares, etc. Lo que hacemos es liberar ese tejido y recuperar la buena postura del cuerpo, idealmente antes de que se desarrolle la patología. Aunque es difícil porque cuando llegan las señales y los síntomas el cuerpo ya suele estar mal”, explica Mora.
Lo que pasa por su consulta es un reflejo de la vida que llevamos hoy. Un osteópata del siglo XIX quizás se encontraría con menos lesiones cervicales que las que trata Antonio Mora, quien cree que buena parte de su trabajo consiste en hacer rectificaciones cervicales. ¿El culpable? El teléfono móvil, o más bien el abuso que hacemos de él. “Estar constantemente mirando a la pantalla con el cuello contraído hacia delante ha cambiado en alguna medida mi trabajo”, reconoce el experto.
“Lo primero que hay que hacer entender a los pacientes es que hay que recuperar una buena higiene postural. No podemos pedirle a nade que renuncie del todo al teléfono porque es en muchos casos una herramienta de trabajo, pero al menos espaciar su uso”, sugiere.
Su trabajo consistirá entonces en intentar relajar la musculatura de la zona del cuello para quitar tensión nerviosa. Mora señala que la cabeza pesa unos 7 kilos y que si la mantenemos en la postura de mirar el teléfono muchas horas al día el resto del cuerpo va a estar en tensión para evitar que el peso se lo lleve por delante, y esa tensión también provocará otras lesiones.
El abuso del teléfono, y concretamente nuestra adición al scroll infinito, también trae entumecimiento en las manos y muchas lesiones en el dedo pulgar. “Antes solía ser una lesión muy frecuente en personas que hacían labores mecánicas, o en las empleadas del hogar por la fregona, pero ahora es por el teléfono. Nos pasamos doce horas con el móvil en la mano. En cierta manera es normal”, opina el experto.
También han aumentado los pacientes de migraña porque las propias compresiones verticales causadas por el abuso del teléfono provocan un exceso de tensión en la musculatura y los nervios de la zona craneal que dificulta el flujo sanguíneo y favorece las migrañas.
Hay una postura de derrota que todos conocemos: los hombros encogidos y la cabeza hundida entre ellos. ¿Qué indica? “Suele ser una postura típica de estrés emocional y creo que en un 90% es una señal de agotamiento”, dice Antonio Mora. Una postura que también le da mucho trabajo y que vamos adoptando sin darnos cuenta tras muchísimas horas de estrés y ordenador.
El acortamiento de la musculatura isquiotibial, la falta de tono en la zona lumbar y abdominal es otro rasgo característico de nuestro tiempo que encuentra el osteópata del siglo XXI en su consulta. “La causa hay que buscarla en las largas horas sentados trabajando, en la falta de actividad física y en el estrés. Nuestro cuerpo está hecho para el movimiento y cada vez nos movemos menos”, resume.
La osteopatía evita muchas dolencias por malas posturas o causadas por el estilo de vida moderno. El experto reconoce que siempre hay factores genéticos que predisponen a sufrir determinadas enfermedades, pero la labor del osteópata es intervenir a tiempo para quitar el exceso de tensión muscular que puede desencadenar una lesión mayor o una enfermedad. “Tenemos pacientes muy agradecidos que creen que hacemos milagros, pero no, el osteópata no cura, lo que hace es intercambiar información y ayudar al cuerpo a recolocarse y recuperar sus espacios para mejorar a nivel funcional”, asegura el osteópata de SHA Wellness Clinic.
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