Fortalecer el sistema inmunológico rápidamente: rutinas para una defensa efectiva

En momentos de emergencia hay que tener una ruta rápida para volver a la normalidad. Si estás pasando una época en que todo parece afectarte, estás cansado, de mal humor y pillas cuanto virus te pasa cerca, es probable que tus defensas estén bajas y el sistema inmunológico te esté mandando señales de alarma y que necesites resetearlo para que vuelva a su fortaleza habitual, y así pueda combatir virus y bacterias.

Aquí te trazamos una rutina rápida de recuperación:

Evita las situaciones que te puedan estar provocando estrés crónico. Las situaciones mantenidas de estrés impactan significativamente en el sistema inmunológico. El estrés prolongado aumenta los niveles de cortisol, una hormona que a su vez puede suprimir la función de ciertas células inmunes y disminuir la capacidad del cuerpo para combatir infecciones. Observa tu vida y trata de minimizar las cuestiones que te generan ansiedad y estrés.

Optimiza tu dieta. Aumenta el consumo de nutrientes esenciales para fortalecer la función del sistema inmunológico. Agrega alimentos como las frutas y los vegetales de hoja verde que son ricos en vitaminas y minerales, como la vitamina C, la vitamina D, el zinc y el hierro.

Ordena tu rutina de sueño y duerme entre 7 y 8 horas. El sueño juega un papel crucial en la regulación del sistema inmunológico. La falta de sueño o su mala calidad debilitan la función de las células inmunes, disminuyen la producción de citoquinas inflamatorias y aumentan el riesgo de desarrollar infecciones.

Practica ejercicio físico al menos tres veces por semana. El ejercicio mejora la circulación sanguínea, promueve la función pulmonar y reduce la inflamación. Todo esto fortalece la respuesta inmune.

Presta atención a tu vida social. La soledad no deseada favorece la depresión y debilita el sistema inmune. En cambio, las relaciones sociales positivas con amigos y familiares mejoran la salud mental y emocional y fortalecen el sistema inmunológico.

Disminuye todo lo que puedas el consumo de alcohol y el tabaco. El alcohol en exceso puede suprimir la función de las células inmunes, y productos químicos como la nicotina y el alquitrán, presentes en el humo del tabaco, pueden dañar el sistema respiratorio y comprometer la capacidad del cuerpo para combatir las infecciones respiratorias.

Evita en lo posible la exposición las toxinas ambientales. Los contaminantes del aire, los productos químicos tóxicos y los metales pesados debilitan la función del sistema inmunológico. Estas toxinas pueden causar estrés oxidativo, inflamación y daño celular.

Mantente hidratado. Bebe suficiente agua, pues los líquidos ayudan a transportar nutrientes a las células y a eliminar toxinas del cuerpo. Es otro modo de mantener el sistema inmunológico en óptimas condiciones.