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SHA Magazine Holística
La inmunoterapia marcó un antes y un después en los tratamientos contra el cáncer y cada vez hay una mayor evidencia científica de su utilidad. Y no solo para pacientes oncológicos. ¿Pero qué es exactamente? ¿Cuál es su eficacia? ¿Para quién está indicada?
A continuación, el Dr. Óscar Mayorga, responsable de la Unidad de Medicina Regenerativa de SHA Wellness Clinic, responde a 10 preguntas frecuentes sobre esta terapia de elección con nuestro sistema inmune como protagonista.
Es la regulación o modulación del sistema inmune, ya sea para estimularlo en casos de inmunodeficiencia o para frenar su actividad en casos de hiperactividad, como pueden ser las alergias o las enfermedades autoinmunes. Esto se realiza mediante el abordaje de diferentes terapias: farmacológicas, biológicas, complementos nutricionales y otras.
Efectivamente, uno de sus usos es la estimulación o refuerzo del sistema inmune mediante la activación de mecanismos fisiológicos de respuesta celular o de anticuerpos. Y sí, arroja resultados a dos niveles: a corto plazo y también mantenidos en el tiempo.
Dependiendo del tipo de inmunoterapia, podemos no solo estimular o modular el sistema inmune, sino que además se promueve una adecuada respuesta hormonal y metabólica ayudando al equilibrio de nuestra salud en general.
Este es un capítulo especial… La inmunoterapia para pacientes con cáncer puede abordarse directamente sobre el fortalecimiento de las células de defensa llamados linfocitos y con el fin de que ataque el tumor; o también mediante anticuerpos monoclonales. Estos marcan el tumor para ser atacado por los linfocitos o mediante terapias coadyuvantes de estimulación al sistema, junto con tratamientos de quimio y radioterapia.
Estudios han mostrado que estos tipos de inmunoterapia son efectivos principalmente en tumores de pulmón, riñón, vejiga, linfomas de Hodkin, de cabeza y cuello, algunos subtipos de colon y melanomas entre otros. Son los llamados “de tipo caliente” por las condiciones inmunológicas circundantes que contienen más linfocitos T citotóxicos.
Depende del tipo de inmunoterapia. Si por ejemplo hablamos de la inmunoterapia con anticuerpos monoclonales, los pacientes deberán cumplir algunos requisitos especiales relativos a aspectos como su condición, su edad, tipo de patología etc. Si hablamos de inmunoterapia natural, nutricional o fisiológica, como la microinmunoterapia, puede aplicarse sobre cualquier persona.
En cualquier momento a través de una adecuada nutrición y estilo de vida, reducción de estrés y el uso de terapias inmunomoduladoras como las que hemos descrito. Lógicamente, son más efectivas cuando se realiza un diagnóstico temprano.
En el caso de la inmunoterapia mediada por linfocitos o anticuerpos monoclonales, pueden causar hiperactivación produciendo autoinmunidad. Pero hay que señalar que la inmunoterapia fisiológica usada adecuadamente no tiene por lo general efectos secundarios. No obstante, su uso inadecuado puede generar daños en el organismo. Una excesiva ingesta de vitaminas, oligoelementos u otros inmunoestimulantes pueden producir intoxicación y daño orgánico.
Como hemos dicho anteriormente, la alimentación adecuada y equilibrada es la base fundamental de nuestro sistema inmunológico. Un déficit nutricional puede llevar a una inmunodeficiencia.
Es una terapia de inmunomodulación basada en la toma de compuestos que contienen aminoácidos, interleuquinas, ácidos nucleicos y otros, que están diluidos a dosis fisiológicas y que producen una inmunoestimulación en casos de inmunodeficiencia o una reducción de la respuesta en casos de hiperactividad inmunitaria, en enfermedades autoinmunes como Lupus, artritis etc.
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