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SHA Magazine Salud y belleza
La piel, nuestro órgano más grande y es un fiel reflejo de nuestro estilo de vida. Se considera que en un adulto promedio su superficie oscila entre 1.5 y 2 metros cuadrados.
Entre sus funciones vitales para la salud está la de actuar como una barrera protectora contra microorganismos, agentes externos y radiación ultravioleta. Además, regula la temperatura corporal a través de la sudoración y la vasodilatación o vasoconstricción de los vasos sanguíneos. También es muy importante para la sensación táctil y la percepción sensorial del entorno. En resumen, la estética no está entre sus funciones fundamentales, pero ¡cuánto nos gusta tener una piel bonita! aunque de alguna manera, como casi en toda la naturaleza, la armonía es sinónimo de salud.
La dieta es crucial en el aspecto de la piel. Los alimentos ricos en azúcar la apagan y le dan un aspecto cetrino y opaco, mientras otros componentes le otorgan luz y un brillo especial.
En su libro La salud de tu piel está en lo que comes, la dietista nutricionista Paula Martín Clares reconoce que hay alimentos que podríamos llamarlos “alimentos para la piel”, entre ellos destaca los que son ricos en antioxidantes, como la vitamina E, C o B2, en minerales como el zinc, en grasas saludables o en el agua. En el polo opuesto estarían alimentos ricos en grasas saturadas y azúcar, como la bollería, la comida basura y las bebidas azucaradas.
Hemos consultado con los expertos de nutrición y medicina well-ageing de SHA Wellness Clinic España para conocer qué componente tendría que tener la dieta perfecta para una buena piel, y aquí tenemos una lista muy completa de alimentos:
Aguacates. Son ricos en grasas saludables, como los ácidos grasos omega-3 y omega-6, que ayudan a mantener la piel hidratada y flexible. También contienen vitamina E, un antioxidante que protege contra el daño causado por los radicales libres.
Pescado azul pequeño. La caballa, la sardina, los boquerones son ricos en ácidos grasos omega-3, que reducen la inflamación y mantienen la piel hidratada. Lo que retrasa los signos del envejecimiento prematuro. Es importante que sean pescados pequeños, ya que los grandes suelen estar contaminados por metales pesados.
Frutas y verduras de colores y de temporada, vegetales de hoja verde. Alimentos como zanahorias, batatas, calabazas o el pimiento rojo son ricos en betacaroteno, un antioxidante que se convierte en vitamina A en el cuerpo. La vitamina A es importante previene la sequedad de la piel y el daño causado por el sol. Además, otorga brillo y elasticidad.
Frutos secos y semillas. Las nueces, las almendras, las semillas de girasol y las semillas de chía son ricas en vitamina E y ácidos grasos omega-3 que mantienen la piel hidratada y protegida del daño que causan los radicales libres.
Probióticos y alimentos fermentados como la sopa de miso. Las bacterias beneficiosas para el intestino son un regalo para la piel, pues ayudan a reducir la inflamación y promueven una mejor absorción de los nutrientes.
Té verde. Contiene unos antioxidantes llamados catequinas, que ayudan a proteger la piel del daño causado por los radicales libres, reducen la inflamación y previenen el envejecimiento prematuro.
Proteínas de origen vegetal, como las legumbres y el tofu. Nutren la piel y tienen un efecto antiinflamatorio que es crucial para la salud y el aspecto de la piel.
Aceite de oliva virgen de primera presión. Es rico en ácidos grasos monoinsaturados y antioxidantes, que mantienen la piel hidratada y la protegen de los procesos oxidativos.
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