Receta de latte de cúrcuma

Tomar cualquier bebida caliente proporciona al instante un agradable efecto reconfortante. Pero esta receta aporta, además, múltiples beneficios nutricionales y medicinales. La cúrcuma y el jengibre son dos plantas de la misma familia de cuyas raíces se obtienen sendas especias con un alto poder depurativo, digestivo, antioxidante y antiinflamatorio y que potencian su rendimiento cuando se consumen conjuntamente. Utilizadas desde hace más de seis milenios en la medicina ayurvédica, mejoran la digestión, calman los problemas gastrointestinales, fortalecen el sistema inmunitario, activan la circulación sanguínea, aceleran los procesos depurativos del organismo, previenen el envejecimiento celular, contribuyen a reducir los niveles de colesterol y glucosa en sangre y, como tienen propiedades antiinflamatorias y analgésicas, ayudan a aliviar los dolores musculares y articulares y determinadas afecciones cutáneas, como la psoriasis o los eccemas. 

Todos los ingredientes incluidos en las recetas que salen de las cocinas de SHA han sido elegidos cuidadosamente por nuestros nutricionistas por sus beneficios terapéuticos. Por eso, y para aumentar tanto la absorción de los nutrientes presentes en la cúrcuma como su biodisponibilidad, añadimos un pellizco de pimienta negra, una especia antiinflamatoria y antioxidante que mejora las funciones cerebrales. Por último, añadimos un toque de canela, que aporta un punto dulce a la bebida. La canela incrementa las capacidades cognitivas, favorece la pérdida de peso, es cardioprotectora y mejora el estado de ánimo.

Consejo SHA: Aunque el latte de cúrcuma se puede consumir a cualquier hora del día, nosotros recomendamos hacerlo por la noche, antes de irse a dormir, por su poderosa acción relajante.