Salud mental: mucho más que la ausencia de trastornos mentales

Aprender a gestionar las emociones negativas es fundamental para alcanzar el deseado estado de bienestar físico, mental y espiritual.

Vivimos tiempos convulsos. En los últimos dos años nos hemos enfrentado, y lo seguimos haciendo, a diferentes circunstancias globales inusuales (confinamiento, guerra, crispación social), que están causando un aumento de los trastornos mentales. Para Cinthya Molina, psicóloga de SHA Wellness Clinic, “la pandemia ha sido muy impactante porque nunca habíamos vivido una situación parecida. Esto ha provocado que las personas más vulnerables emocionalmente, o con tendencias obsesivas o paranoicas, hayan desarrollado determinados síntomas psicológicos, como ansiedad, depresión o trastornos de la conducta alimentaria”.  

Por eso, no es de extrañar que el debate social esté centrado ahora mismo en la importancia de cuidar la salud mental. Pero ¿qué es exactamente la salud mental? Como nos cuenta Cinthya, “la Organización Mundial de la Salud define la salud mental no solo como la ausencia de trastornos mentales, sino como un estado completo y equilibrado de bienestar físico, mental y social (y yo añado espiritual) en el que cada individuo pueda desarrollar todas sus capacidades, hacer frente al estrés normal de la vida, trabajar de forma productiva y contribuir a la comunidad. En definitiva, implica un sentido positivo que combina el bienestar individual con el funcionamiento en sociedad porque, no lo olvidemos, los seres humanos somos seres sociales”. 

Ante un panorama general tan inestable, es normal sentir miedo, estrés o incertidumbre. Pero hay que saber que estas emociones, aunque negativas, forman parte de la vida y que lo importante es aprender a gestionarlas correctamente. Eso sí, la experta advierte de que “las enfermedades mentales han existido siempre. La diferencia es que ahora somos más conscientes y hablamos de ellas con más naturalidad, sin los prejuicios que había en épocas pasadas. Por ejemplo: da la sensación de que, en la actualidad, la mayoría de los niños sufre trastorno por déficit de atención o hiperactividad, pero lo cierto es que esto no es nada nuevo. Lo que sucede es que antes no se diagnosticaba y, cuando se detectaba el fracaso escolar, no se iba al origen. La buena noticia es que cada vez somos más conscientes de que cuerpo y mente están unidos y que para disfrutar de un estado de bienestar completo es fundamental tener en cuenta tanto la salud física como la mental. Esta toma de conciencia por parte de la sociedad de la importancia del cuidado de la salud mental es un avance muy positivo y el primer paso para abordar los desafíos emocionales a los que nos enfrentamos y poder encontrar así los tratamientos más adecuados”, concluye Cinthya. 

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