¿Cuáles son los primeros síntomas de la menopausia?

La menopausia no sucede de un día para otro. Es un proceso que en algunas mujeres puede durar hasta una década, y se compone de pequeños cambios, unos perceptibles y otros no, unos leves y otros más molestos. La variedad de síntomas se explica porque los estrógenos, una de las hormonas cuya caída gradual empieza a anunciar la menopausia, intervienen en muchos procesos del organismo, desde la calidad del sueño hasta la tersura de la piel o la hidratación de las zonas íntimas, e incluso en la memoria y la agilidad mental.

“La menopausia es un proceso natural que ocurre en las mujeres a medida que envejecen y marca el final de la etapa reproductiva. Hormonalmente está marcada por una disminución en la producción de hormonas reproductivas, principalmente estrógeno y progesterona, que son producidas por los ovarios. Estos cambios hormonales pueden tener varios efectos en el cuerpo de la mujer”, explica la doctora Cinthya Molina, responsable de la unidad de Salud Sexual de SHA Wellness Clinic.

La doctora Molina señala que aunque los síntomas de la menopausia pueden variar de una mujer a otra, hay algunos que son muy comunes. Entre ellos cita “las irregularidades en el ciclo menstrual: los períodos pueden volverse irregulares, más cortos o más largos, y la cantidad de flujo menstrual puede cambiar; los sofocos: oleadas de calor repentinas que se extienden por el cuerpo, a menudo van acompañadas de sudoración y enrojecimiento de la piel; los sudores nocturnos: son similares a los sofocos, pero ocurren durante la noche, lo que puede interrumpir el sueño; los cambios en el estado de ánimo: algunas mujeres pueden experimentar cambios de humor, irritabilidad, ansiedad o depresión; la sequedad vaginal: la menopausia puede llevar a una disminución de la lubricación vaginal, lo que puede causar molestias durante las relaciones sexuales; y por último los problemas para dormir: muchas mujeres tienen dificultades para conciliar el sueño o mantenerlo debido a los sofocos, los sudores nocturnos o los cambios hormonales”.

La doctora Molina recuerda que estos síntomas pueden variar de una mujer a otra en intensidad y duración y, por lo tanto, es imprescindible contar con el asesoramiento de un equipo multidisciplinar experto en la materia.

Quizás la primera señal, más obvia y evidente, sea el cambio en las menstruaciones. Puede ser que ya no sean tan predecibles y regulares y la sorprendan cuando menos se lo espera. Puede que sangre más de lo habitual y que las reglas sean más largas y dolorosas, o que las reglas empiecen a llegar muy seguidas unas de otra, o que duren más de una semana. Para las personas de ciclos menstruales regulares estos cambios anuncian casi siempre el inicio de la menopausia.

Los sofocos y las sudoraciones nocturnas son quizás los síntomas más visibles. Llegan sin avisar, los rostros se enrojecen, el corazón palpita. Lo mejor es tomárselo con humor y buscarse un buen abanico. Ocultarse no es buena idea, la menopausia es un proceso fisiológico normal. Los sofocos llegan como un calor súbito en la parte superior del cuerpo, y a veces en su totalidad. Pueden aparecer manchas rojas en el pecho, la espalda y los brazos, seguidas de fuertes sudores y escalofríos. Pueden ser muy leves o lo suficientemente fuertes como para interrumpir el sueño durante la noche, entonces se trata de las conocidas sudoraciones nocturnas. Estos episodios suelen durar entre 30 segundos y 10 minutos. Y su frecuencia es variable, desde varias veces por hora, varias veces por día, y hay quien solo los nota una o dos veces a la semana.

La vagina también anuncia la bajada de estrógenos haciéndose más seca y tirante. Una sensación que puede volver dolorosas las relaciones sexuales. Por otro lado, el deseo sexual también baja. Algunas mujeres sufren pequeños episodios de incontinencia urinaria cuando estornudan o se ríen a carcajadas. Es frecuente que aumenten algunas infecciones vaginales

Conciliar el sueño empieza a ser una misión imposible. También tener un sueño sin interrupciones, puede que se despierte en medio de la madrugada y le cueste mucho volver a dormirse. El sueño irregular más la montaña rusa de hormonas en que se convierten las mujeres en la cercanía de la menopausia les provoca cambios bruscos de humor, agresividad e irritabilidad.

El cuerpo cambia, la grasa se acumula donde nunca antes había estado, la cintura se ensancha, la piel se hace más fina y se pierde masa muscular, las articulaciones empiezan a sonar y pueden estar más rígidos y adoloridos. Algunas mujeres sufren fuertes migrañas, tienen la mente nublada y les cuesta recordar nombres o detalles de sucesos muy conocidos.

Algunos de estos síntomas cuando son molestos pueden aliviarse. En la nueva unidad sexual de SHA Wellnes Clinic se hace un estudio completo para, según explica el doctor Rafael Navas, experto en salud integrativa y hormonal de SHA Wellness Clinic, equilibrar el organismo a nivel ortomolecular. “Se estudia la salud digestiva e inmunológica y se analizan los parámetros de inflamación de bajo grado. Una vez que el organismo esté en equilibrio el tratamiento sustitutivo con hormonas bioidénticas se aplica una vez al día en formulación de cremas, su fórmula es análoga a las hormonas humanas y no se dan por vía oral para evitar el paso hepático. Los efectos empiezan a notarse a partir del primer mes”.

La nutricionista Marta Marcé cuenta en su libro Disfruta tu menopausia el día que empezó todo para ella. En su caso sufrió una menopausia precoz a los 26 años por un cáncer de ovarios que le extirparon. “Sentí que era injusto y experimenté una pérdida enorme por tener que despedirme de la juventud a tan temprana edad”, cuenta en el prólogo de su libro. Pero la enfermedad la ayudó a transformar los cambios de la menopausia a su favor aprendiendo a entender y a sacar partido de su nuevo ambiente hormonal. “Los estrógenos -escribe en su libro-, la hormona dominante durante nuestra vida fértil, nos hacen más afines al cuidado de los demás, a nuestra visión más maternal. La transición a la menopausia implica una mayor dominancia de los andrógenos, hormonas de tipo masculino, que nos ayudan a redirigir la atención hacia nosotras, poner más límites y dedicarnos al autocuidado. Más allá de lo que cada una pueda sentir en cada fase de su vida, la invitación de la menopausia es a priorizarnos más, a cuidarnos más y a ponernos en la posición número uno de nuestra vida”.